Glovo, uno de los principales actores del mercado español de reparto de comida a domicilio, ultima una de las mayores operaciones del año. Una ronda de inversión de 110 millones de euros, en la que participarán accionistas actuales de la compañía, como la japonesa Rakuten, el fondo español Seaya Capital y el fondo asiáticofrancés Cathay Innovation. La operación también dará entrada al grupo francés Idinvest, antiguo inversor de Social Point (el desarrollador español de videojuegos vendida a Take Two por 250 millones) y accionista de la fintech Kantox, y a AmRest Holdings, la compañía especializada en franquicias de restauración y dueña, entre otras, de la cadena de comida italiana La Tagliatella.

Este último grupo ya ha anunciado que en la ronda de financiación “adquirirá un tramo de las participaciones de nueva emisión y comprará una parte de las antiguas a algunos de sus socios”. Como resultado de la inversión por un importe total de 25 millones de euros, “AmRest pasará a ser coinversor principal, con un 10% de todas las participaciones de Glovo”. La inversión le asegurará a AmRest un puesto en el consejo de Glovo, según ha precisado la compañía.

Fuentes conocedoras de la operación aseguran que esta ronda de financiación eleva la valoración de Glovo, principal rival de Deliveroo en España, a unos 300 millones de euros. Glovo fue fundada en 2015 en Barcelona y liderada por Óscar Pierre, opera con una red de repartidores autónomos (riders) para llevar a cabo los envíos urbanos urgentes. La compañía, al igual que su rival, está en el ojo del huracán por las condiciones que impone a sus repartidores. Recientemente se celebró el primer juicio contra la compañía por esta razón, después de que un antiguo empleado la demandara para demostrar que era un falso autónomo y que los servicios que prestaba constituyen una auténtica relación laboral.

Glovo ya opera en varios países europeos y latinoamericanos, además de Egipto, Marruecos y Turquía, en el continente africano. En la actualidad, ya opera en más de 60 ciudades de 17 países. Pierre aseguró el pasado abril que el plan de la empresa es llegar a tres millones de usuarios a final de año y cerrar con unos 25.000 repartidos, 20.000 comercios asociados y 800 empleados (hoy son unos 500). El objetivo es utilizar los fondos captados para afianzar su posición en los mercados en los que ya opera y entrar en otros nuevos. La compañía está poniendo un gran foco en Latinoamérica, donde se enfrenta a rivales fuertes como Uber Eats y Postmates, pero donde ve un gran potencial.

La compañía, que prevé facturar este año entre 90 y 100 millones de euros, cerró 2017 con unos ingresos netos de 17 millones y un ebitda negativo de 9 millones. En este ejercicio, y según avanzó La Información, las pérdidas brutas de Glovo se situarían entre 40 y 50 millones de euros, aunque la firma prevé obtener resultado positivo en 2019, cuando sus ingresos se elevarían a más de 400 millones.

Fuente: Cinco Días