“Soy inocente”. El expresidente de Nissan Carlos Ghosn, detenido la semana pasada por cuarta vez en el caso por el que se le acusa de malversación y fraude fiscal, ha acusado en un vídeo de sus problemas con la justicia a ejecutivos de la compañía automovilística nipona. Según él, estos directivos, a los que no identifica, tejieron una trama de “puñaladas en la espalda” contra él para proteger sus propios puestos.

“Esto no va de avaricia. Esto no va de dictadura”, asegura, en lo que representan las acusaciones más directas que había pronunciado hasta ahora contra los directivos de la empresa que gestionó durante veinte años. Según Ghosn, esos ejecutivos actuaron por miedo a que una fusión entre Nissan y su socia Renault, como proponía él, pudiera poner en peligro sus puestos.

“Estamos hablando de gente que está jugando a un juego muy sucio”, dice el ejecutivo, en el vídeo de siete minutos grabado antes de su detención y difundido este martes por sus abogados. Vestido con una camisa blanca y chaqueta oscura, sin corbata, sentado tras una mesa y ante un fondo blanco, Ghosn acusa a Nissan de haber obtenido unos resultados decepcionantes últimamente y a sus gestores, de “estar destruyendo un montón de valor” por “sus propios intereses y miedos egoístas”. “Estoy preocupado: no hay una visión acerca de dónde debe encaminarse la alianza” entre la compañía nipona y la francesa.

El vídeo, presentado en una rueda de prensa en el Club de Corresponsales Extranjeros de Tokio, se había grabado la semana pasada por si, como acabó resultando, Ghosn volvía a ser detenido. El directivo de origen franco-libanés había convocado una rueda de prensa para el día 11 en la que aseguraba que iba a contar su versión completa del caso.

Ghosn fue arrestado por primera vez el 19 de noviembre del año pasado y se le concedió la libertad bajo fianza este 6 de marzo, tras 108 días detenido. Está acusado de violar la confianza de Nissan por una serie de pagos irregulares y de haber cometido fraude fiscal por haber ocultado presuntamente una serie de compensaciones económicas pactadas con esa automovilística desde 2009. La semana pasada, los fiscales recurrieron a una nueva detención, un paso generalmente insólito en Japón, al acusarle de haberse apropiado indebidamente de fondos de la compañía por valor de 4,5 millones de euros.

El consejo de administración de la empresa nipona destituyó formalmente a su antiguo presidente este lunes. El grupo ha atribuido las supuestas irregularidades cometidas por Ghosn al hecho de que el empresario, que salvó el fabricante de automóviles de una probable quiebra con una estrategia basada en el recorte agresivo de costes, concentró demasiado poder en sus manos.

 

Fuente: El País