Tras Rodrigo Rato (expresidente de Bankia) y José Manuel Fernández Norniella (exconsejero de la entidad) hoy el banquillo de encausados frente al tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (San Fernando de Henares), que juzga la posible salida fraudulenta a Bolsa de la entidad, lo ha ocupado Francisco Verdú Pons, que se incorporó como consejero delegado del banco poco antes de su salida a Bolsa.

Precisamente, la línea de argumentación de Verdú se ha basado en el desconocimiento de informes y operaciones previas al debut sobre el parqué dado que se incorporó después a Bankia y respaldó las declaraciones de Rato y Norniella sobre las cuentas de la entidad ya que estaban supervisadas por “todos los organismos”.

“Cuando yo llego a Bankia firmo las cuentas de buena fe y porque tengo la garantía de las auditoras y las instituciones. Lo que no puedo hacer es no cuestionar a las auditoras, al Banco de España, al FROB, a la EBA y a las agencias de rating y pedir que se auditen de nuevo. Si las cuentas ocultasen algo, el mayor engañado sería yo”, ha expresado Verdú.

Según ha explicado el propio Verdú Pons, se incorporó a la entidad de manera interina el 20 de mayo de 2011 “porque había mucho que aprender”. Sin embargo, su designación como consejero delegado de Bankia se produjo un mes después, el 16 de junio del mismo año.

“Cuando un profesional de banca se incorpora a otra entidad lo primero que tiene es la información del Banco de España. Yo contaba con las mejores firmas auditoras del mundo, con el test de estrés de la EBA que indicaban que en las peores condiciones Bankia cumpliría con todos los requerimientos. Contaba con dos agencias de rating, con los principales bancos de inversión del mundo. No tenía ninguna evidencia para dudar de las cuentas. Son las cuentas más bendecidas de la historia de este país”, ha proseguido Verdú.

Igualmente, cuestionado por el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, que está llevando el caso en sustitución de Carmen Launa (de baja por motivos de salud), sobre las cuentas y la posible omisión de riesgos que contenía el folleto de salida a Bolsa, Verdú ha negado participación alguna en su elaboración y ha minimizado su responsabilidad. “Cuando yo llego a Bankia el folleto ya está en borrador. Me leo el folleto, veo que las cuentas son las mismas que las auditadas por todos los organismos y no me cuestiono si están bien o no. Yo firmo el folleto en representación del consejo de Bankia, pero no tenía la más mínima duda de que está perfectamente contrastado”, ha concluido.

Fiscal y encausado mantuvieron un debate elevado, con muchas referencias técnicas, acerca de los planes de ahorro de la entidad. Verdú afirmó que “teniendo las circunstancias objetivas y potenciales de crecimiento Bankia era la única entidad en la que se podía ganar dinero”.

Francisco Verdú se enfrenta a dos años y siete meses de cárcel, la pena que pide para él el Ministerio Fiscal, por un presunto delito de estafa a inversores en la salida a Bolsa de Bankia

Fuente: Cinco Días