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Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, ha asegurado hoy durante el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que no recibió los correos del inspector encargado de Bankia, José Antonio Casaus, en los que este alertaba de la inviabilidad de la entidad. Ha añadido además que las opiniones de este inspector eran equivocadas y que sus superiores tomaron la decisión correcta al no avisarle porque lo que decía Casaus «no era relevante». Fernández Ordóñez, que fue gobernador durante salida a Bolsa de Bankia, llegó a estar imputado en la recta final de la instrucción de esta causa, precisamente después de que se incorporaran cuatro correos internos de este inspector.

Hoy ha declarado como testigo y ha insistido en que la gestión que hizo de la crisis bancaria al frente del supervisor fue correcta. Su interrogatorio es uno de los más esperados porque varios de los acusados, incluido Rodrigo Rato, han tratado de cargar al Banco de España con la responsabilidad de lo sucedido con Bankia, que poco después de salir a Bolsa tuvo que ser rescatada con 22.424 millones de dinero público. El exgobernador ha asegurado que se enteró de la existencia de esos correos viendo la televisión y ha añadido que Casaus acertó en la futura inviabilidad de Bankia, pero no por los motivos que plasmó en los correos. «Acertó por casualidad»; ha señalado.

Descuento en el precio de la acción

Fernández Ordóñez ha asegurado que el descuento en el precio de la OPS (oferta pública de suscripción) fue bueno tanto para los pequeños accionistas, que pudieron comprar mayor cantidad de acciones, como para los contribuyentes. Bankia debutó en Bolsa en 3,75 euros, un 15% por debajo del mínimo de la horquilla inicial, que oscilaba entre 4,41 y 5,05 euros. El exgobernador ha asegurado que el precio de la salida a Bolsa no le «interesaba especialmente» porque no entraba dentro de sus competencias y que no le dio «relevancia». Lo importante, ha añadido, es que con el debut bursátil se consiguieron más de 3.000 millones de euros mediante «una operación interesante que cumplía la ley».

Fernández Ordóñez ha contestado a los consejeros de Bankia y BFA que mayoritariamente han declarado que se limitaron a hacer lo que les indicó el Banco de España. «El Banco de España no autoriza la salida a Bolsa de la entidad, lo que hace es no oponerse», ha asegurado el exgobernador, que ha aprovechado para subrayar que la supervisión no consiste en decir a los administradores de un banco lo que deben hacer.

El exgobernador ha entrado también, a preguntas de la fiscal Carmen Launa, en la cuestión de si Bankia debería haber cargado las pérdidas contra resultados o contra reservas, como se hizo, en los resultados correspondientes al ejercicio 2010. Para Fernández Ordóñez, hacerlo contra reservas fue «lo más razonable» porque de no hacerlo así se habría ofrecido una «imagen falsa» de la entidad solo tres meses después. En su opinión, además, cargar pérdidas contra reservas o contra resultados no habría alterado el valor patrimonial de la entidad. Ha añadido que esta fórmula se aprobó para todas las cajas que se fusionaron en España, no solo en Bankia.

Fernández Ordóñez ha relatado que la caída de Bankia se debió a la segunda recesión y que, de no haber sucedido esa «monstruosa recesión», la fusión de siete cajas que dio lugar a Bankia habría salido bien.

Fuente: El País