La nueva normativa europea en materia de pagos, conocida como PSD2, entrará en vigor en España a partir de octubre de 2019 y pretende revolucionar la banca tal y como se conoce hasta ahora.
Sin embargo, la regulación acumulará un retraso de un año respecto a otros países europeos como Reino Unido, Francia, Alemania o Luxemburgo que ya la han implementado para que los bancos puedan dar el acceso de los datos de sus clientes a terceros proveedores. Mientras tanto, la demora lastra las opciones de las fintech para operar en un mercado global y las restringe al mercado nacional, previa concesión de una autorización por parte del Banco de España.
“Existen muchas barreras en el mercado doméstico. Hay que tener en cuenta que los operadores tienen presencia en toda Europa, no solo en un país”, explicó Julián Díaz-Santos, director general de la startup Unnax, especializada en ofrecer servicios financieros provistos mediante APIs.
“Se provoca un bloqueo que perjudica a las empresas porque no pueden operar fuera del territorio nacional”, ha considerado Jordi Pérez, también director general Unnax.
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Y es que, en España las empresas que proporcionan servicios de iniciación de pago y de agregación de información requieren de la obtención de una licencia de entidad emisora de pagos, igual a la de un banco, cuyos trámites pueden llevar más de un año. “Es un proceso que se ha demostrado que es muy complicado y obliga a las empresas a irse a otros países como Irlanda donde es más fácil adquirir la licencia”, ha valorado Xavier Foz, socio de derecho bancario y financiero de Roca Junyent.
La obtención de la autorización para operar en Irlanda permite igualmente tener presencia en el resto de Europa. Sin embargo, aún no está definido el marco regulatorio en España y los expertos consideran que, en principio, no se podría operar. “Como en Irlanda no existe la necesidad de ser una entidad regulada dentro de lo que son los servicios de pago, no sabemos qué va a pasar. Por eso nosotros hemos solicitado la licencia de ambos países”, ha asegurado Jordi Pérez.
Uno de los aspectos que causa inquietud, es conocer el organismo competente para aplicar la normativa de la PSD2 en España. “No se sabe si será la CNMV o el Banco de España, aunque todo apunta a que será el Banco de España porque está contratando mucha gente para preparar el cambio”, ha explicado Xavier Foz.
Precisamente, la CNMV presentó un plan de acogida para las fintech que operaban en Londres, epicentro mundial de estas empresas, ante el anuncio de su salida de la Unión Europea. Sin embargo, aunque los expertos valoran positivamente «las buenas intenciones», aseguran que finalmente empresas que «tenían interés en venir», se han establecido en otros países que aportan más facilidades.
Fuente: Cinco Días