La división de energía del grupo Isolux ha ido a parar a manos de la firma española de infraestructuras Eurofinsa. Según se ha anunciado esta mañana, la adquisición fue autorizada el 30 de julio por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid y ha sido elevada a público el pasado miércoles. El precio, de 150.000 euros, es de derribo. Con todo, Eurofinsa asume los pasivos laborales, estimados en 1,5 millones de euros, de un equipo de 20 trabajadores,

La compradora se ha hecho con las unidades productivas de transmisión y distribución y el área de renovables. La quebrada Isolux, que llegó a ser el sexto grupom español de infraestrcuturas y está actualmente en despiece, tenía actividad tanto en el terreno solar como en el éolico. La adquisición incluye la firma de un contrato en Tanzania.

El precio, de 150.000 euros, es de derribo. Con todo, Eurofinsa asume los pasivos laborales, estimados en 1,5 millones

Una de las claves de este movimiento de Eurofinsa está en el intento de competir por proyectos internacionales de transmisión y distribución de energía, así como por plantas de renovables. La empresa se ha hecho con «referencias, homologaciones y la experiencia de una de las principales empresas contratistas del sector de la energía en España», argumenta en un comunicado. Además de su perfil como constructora de proyectos industriales, Isolux fue propietaria de una de las mayores promotoras de renovables del país, T-Solar.

Esta misma semana se ha producido en Madrid el lanzamiento de la constructora Lantania, nacida con la base de los activos y negocios de construcción de Isolux en España. En este caso han sido un fondo de inversión y un grupo de exdirectivos, liderados por Federico Ávila, quienes han adquirido la pata de infraestructuras por 26 millones de euros. Pese a tener especial foco en la obra pública y en la edificación, Lantania también va a centrarse en proyectos de generación de energía para terceros.

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Fuente: Cinco Días