
Antes de llegar a ser ministro, José Luis Escrivá ya advertía sobre la gran inquietud que generaban en los pensionistas las previsiones catastrofistas sobre el futuro del sistema de pensiones y las noticias sobre su abultado déficit. Para acabar rápido con esa incertidumbre, el ahora ministro se ha propuesto que la reforma del sistema de pensiones tenga la luz verde del Congreso en la segunda mitad de este año, según ha explicado el jueves en una comparecencia ante la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados.
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No es la única tarea que se ha impuesto para el primer tramo de la legislatura. Escrivá también quiere tener listo en 2021 el ingreso mínimo vital, cuyo coste estaría bastante por debajo de los 10.000 millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Escrivá plantea la gestión de su departamento centrada en tres grandes consensos que coinciden con las tres competencias incluidas en el nombre de su ministerio. Para abordar el primero, inclusión, se plantea el ingreso mínimo vital. Y para el segundo, Seguridad Social, prepara la reforma de las pensiones, que debería estar lista en la segunda mitad de este año. El nuevo ministro parte de una frase que repitió con el ánimo tranquilizador que mostraba cuando era presidente de la Airef (la autoridad fiscal independiente): «La Seguridad Social es solvente».
Escrivá quiere espantar la incertidumbre que provoca la situación actual, en la que al déficit de la Seguridad Social -más de 18.000 millones de euros desde 2016- se suman las previsiones lúgubres, con las que es muy crítico. Para resolver este agujero, el ministro propone descargar al sistema de pensiones de gastos que él considera que no deben recaer en él, por ejemplo, las reducciones de cotizaciones como políticas de ayuda a la contratación.
El ministro ha pedido que se alcance pronto un acuerdo en el Pacto de Toledo para dar certidumbre porque la preocupación de los ciudadanos sobre las pensiones ha crecido, según ha expuesto, mostrando encuestas sobre la evolución en los últimos años. También ha ligado los trabajos de esta comisión a la revalorización anual, en la que ha señalado que las pensiones no deben perder poder adquisitivo. «Tiene que ser un objetivo común que el año que viene, cuando actualicemos las pensiones, lo hagamos sobre un marco estable. Siendo ese el objetivo común», ha apuntado en su comparecencia.
Eso supondría acabar definitivamente con una parte de la reforma de pensiones de 2013, la que ligaba la revalorización de las pensiones a la situación económica de la Seguridad Social y determinó durante varios años que estas prestaciones subieran un 0,25%. No obstante, ha estado suspendida desde 2018.
Este anuncio de Escrivá de tener lista pronto la reforma de pensiones llega justo un día después de que la Comisión Europea reprendiera a España por no adoptar medidas que aseguren su sostenibilidad futura.
También se ha impuesto una agenda exigente Escrivá a la hora de desarrollar el Ingreso Mínimo Vital que recoge el pacto de Gobierno. Su intención es que ya en los presupuestos de 2021 hay una partida para su implantación. Para justificar su desarrollo, el ministro ha destacado en su exposición la desigualdad existente en España y la poca eficacia de las ayudas y las políticas públicas para reducirla.
Fuente: El País