Ignacio de la Torre (Madrid, 1974), socio de la firma de inversión Arcano, suele bromear sobre su currículum. Dice que es errático e incoherente, cuando lo cierto es que mastodóntico. Es licenciado en Derecho y Empresariales, doctor en Historia, MBA por el Insead, director académico del máster en finanzas del IE Business School. Sabe de política monetaria, de banca de inversión, de contabilidad, de macroeconomía, de fiscalidad… Su máxima preocupación sobre la economía se centra en la situación de los países emergentes. Turquía y Argentina han dado un importante susto a los mercados durante el verano y, a su juicio, los problemas se van a extender en los próximos meses. ¿La buena noticia? Cree que España está mejor preparada para las turbulencias que en las crisis precedentes.

¿Las crisis de Turquía y Argentina se pueden extender a otros países emergentes?

Es importante recordar que hoy la deuda agregada en el mundo es superior a la que había antes de la crisis de 2008. El activo en el que más ha crecido la deuda ha sido el sector corporativo emergente, sobre todo en empresas chinas. También en Turquía, Argentina o Brasil hay demasiado apalancamiento empresarial. En muchos países ha habido complacencia inversora por el exceso de liquidez. El agravante es que muchas compañías emergentes se han endeudado en dólares, porque el tipo de interés era inferior.

¿Qué problemas genera esa financiación en dólares?

El dólar se ha apreciado muchísimo frente a las divisas de países emergentes, por la subida de tipos de la Reserva Federal. Si tu empresa genera ingresos en liras turcas y tiene que devolver sus deudas en dólares, tienes un gran problema. Este fue el origen de la crisis del tequila en México en 1994 y la del efecto tango en Argentina en 2001.

¿La subida de tipos de la Fed es entonces el principal catalizador de esta crisis?

Sí, pero también lo es el programa de reducción de balance, con el que la Reserva Federal está drenando activos a un ritmo de 50.000 millones de dólares al mes. Al sacar dólares del mercado, provoca escasez de dólares y refuerza su apreciación.

¿Qué países tienen este exceso de deuda en dólares?

Turquía, Argentina, Brasil y Rusia y, en menor medida China.

¿Hay otros factores que están condicionando la evolución de los emergentes?

Hay cuatro factores decisivos que comparten, en mayor o menor grado, los emergentes con problemas. Además de la deuda en dólares, es clave la existencia del déficit por cuenta corriente, la caída de la divisa y inestabilidad política. China, por ejemplo, no tiene inestabilidad política ni déficit por cuenta corriente, pero tiene una ingente cantidad de deuda corporativa emitida en parte en dólares. Si Argentina y Turquía han sufrido especialmente este verano es porque tienen los cuatro problemas.

¿Habrá un efecto contagio?

Los problemas de los emergentes se van a generalizar más que cuando el tequilazo o el efecto tango. Esta crisis se va a parecer más a la del 98, la de los tigres asiáticos. Hay más elementos comunes. A diferencia de lo que pasó entonces, la mayoría de los países del sureste asiático ha dado independencia a los bancos centrales y han acumulado muchas reservas. Un factor que puede retroalimentar la crisis es la caída del precio de las materias primas. Hay muchos emergentes que dependían de la demanda de China, que se está reduciendo.

¿La guerra comercial va a agudizar la situación?

El problema es la incertidumbre. Está retrasando muchas decisiones de inversión, y eso repercute sobre el empleo y el consumo. Afecta mucho a China, a Japón y a los países del sudeste asiático, que están muy expuestos al mercado chino.

¿Qué problemas específicos tiene China?

En China el epicentro de los problemas es el exceso de crédito. Tiene una deuda que equivale al 200% de su PIB, lo que suele acabar mal. La inmensa mayoría lo adeudan las empresas. La mayor parte está en yuanes, pero aun así es mucha deuda. ¿Cómo se devuelve? Con fuertes crecimientos de la economía. Lo normal es que suba la morosidad y que haya una crisis bancaria. Aunque la mayoría de analistas espera un aterrizaje suave, creo que será bastante duro. Las ramificaciones de una crisis en China afectarán a la economía mundial.

La economía mundial se frenará…

Evidentemente. Si dos tercios del crecimiento de la economía mundial proviene de los emergentes, sus problemas se acabarán notando. Además, la economía de Europa también se está ralentizando.

¿Le preocupa la estabilidad financiera?

Sí, porque cuando has estado inyectando tantísimo dinero en los mercados se generan precios absurdos. Es peligroso que haya empresas malas que se han endeudado a precios ridículamente bajos. Se empiezan a notar algunas señales de iliquidez. Los precios de muchos activos son altísimos, pero en parte porque el mercado no tiene ninguna profundad. El sistema de fijación de precios no funciona bien. Además, con los tipos tan baratos, los Estados no acometen reformas estructurales.

¿Afectará a la economía la parálisis del nuevo Gobierno en España?

A corto plazo no. Los mercados prefieren un Gobierno con poca capacidad de maniobra. Pero a largo plazo es importante que haya un Ejecutivo más fuerte, capaz de afrontar desafíos estructurales, como son las pensiones, la dualidad del mercado de trabajo o la demografía.

¿Ve solución al sistema de pensiones?

Los jubilados son 9,5 millones de votos, y los jóvenes 4,5 millones, por eso nadie quiere meter mano a este asunto. La gente debe entender que los jóvenes están dedicando un esfuerzo excepcional a pagar las pensiones de sus mayores. Se paga mucho de Seguridad Social, lo que limita la posibilidad de subir sueldos. Los jóvenes ganan unos salarios indignos, encadenando contratos temporales, sin formación continua, y con la losa de las pensiones y un billón de euros de deuda pública. Es inmoral lo que estamos haciendo con ellos. Solo se arregla con un pacto político de altura.

¿Se está gestando una nueva burbuja inmobiliaria?

Hay que tener en cuenta que donde más está subiendo el precio de las casas es en Madrid y Barcelona, dos ciudades gobernadas por Podemos. Están restringiendo la oferta de suelo, lo que encarece los precios, porque hay mucha demanda. Hay mucho temor por lo que sucedió en la anterior crisis.

¿La subida del euríbor será un problema para las familias?

No, porque la subida de tipos va a ser tardía y muy pausada. Además, el nivel de endeudamiento de las familias es el más bajo de los últimos 30 años.

¿Mejor hipotecas a tipo fijo o variable?

Indudablemente a tipo fijo. El euríbor va a subir, pero no sabemos cuánto, ni a qué plazos. Si te hipotecas ahora a un tipo fijo del 2,5%, te dará igual lo que pase con la inflación y con los tipos. Es como ir con la vida con un seguro de vida. Si te hipotecas a tipo variable vas por la vida sin seguro de vida. Es muy arriesgado.

Fuente: El País