El Banco de Santander ha presentado este miércoles un nuevo plan estratégico para los próximos años, (no concreta periodo más allá de «medio plazo»), con el que prevé invertir hasta 20.000 millones de euros en cuatro años en tecnología y digitalización para impulsar la rentabilidad, el crecimiento y la eficiencia con un ahorro de costes operativos «anuales progresivos de 1.200 millones».
Sobre el ratio de capital de máxima calidad, CET 1 fully loaded, uno de los puntos sobre los que había más expectativa en los mercados, señala que «se mantendrá entre el 11%-12%» en este periodo. El año pasado lo cerró en el 11,30% y algunos analistas esperaban que anunciara un incremento del capital para los próximos ejercicios.
El objetivo de la digitalización es «mejorar la experiencia del cliente y aumentar su vinculación, además de reducir los costes», apunta el banco. Las medidas que tomará la entidad que preside Ana Botín serán lanzar un servicio digital internacional de pagos con transferencias internacionales, una plataforma de comercio global para pymes y otra enfocada a los medios de pago con datáfonos y tarjetas. El banco afirma que elevará el porcentaje de los beneficios dedicado a dividendos a entre el 40% y el 50% frente a una media actual del 30% al 40%, según la presentación de Botín. En cuanto a la eficiencia, lo que se gasta por cada cien euros que ingresa, la entidad se ha puesto como meta mejorarla hasta el 43%-45% frente al 47% actual.
Horquilla de objetivos
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El Banco Santander celebra hoy en Londres su Investor day, una jornada en la que se dan a conocer a los actuales y potenciales inversores sus planes a medio plazo para impulsar el negocio, en los que priman las iniciativas digitales. Este plan era el que debía haber presentado Andrea Orcel, el directivo de UBS que el Santander anunció haber fichado en enero, aunque finalmente no fue así por la elevada indemnización que había que pagarle, según dijo el banco. El consejero delegado sigue siendo José Antonio Álvarez, que ha ocupado este cargo en los últimos años. La entidad no ha fijado un plazo concreto de tiempo en el que espera lograr los objetivos, que tampoco son fijos, sino una horquilla de cifras y no hay datos sobre el beneficio por acción al que aspira el banco. En 2018 el Santander ganó 7.810 millones, un 18% más, por el tirón de Brasil y España
«La tecnología está cambiando la banca como la conocemos, por eso estamos preparando a Santander para aprovechar las enormes fortalezas que tenemos en el grupo», apunta Botín en una nota del banco. «Esto nos ayudará a aprovechar al máximo las oportunidades y ser líderes digitales del sector financiero en la próxima década», continúa la presidenta.
Respecto a los 20.000 millones de inversión, el banco no especifica cuánto aumento suponen sobre la cantidad actual, aunque aclara que de los 5.000 millones anuales, 3.000 millones se dedicarán al gasto corriente en tecnología. Lo que espera el Santander es que cada año baje más el coste de la tecnología para tener más margen para invertir en digitalización.
La piedra angular de la plataforma abierta de servicios financieros del Santander serán los pagos, con un crecimiento esperado de los ingresos del 9% anual, dice el banco. El Ibex 35 arrancó la sesión con una subida del 1% y el Santander se alzaba un 1,87% tras presentar las previsiones a los mercados.
En el lado de la reducción de costes, según la presentación de José Antonio Álvarez, destaca el papel de Europa, de donde llegarán 1.000 millones de los 1.200 millones anuales anunciados. No hay datos sobre posibles cierres de oficinas ni reducción de plantilla en España, anuncio que el mercado está esperando, pero sí se dice que las sinergias esperadas por la integración del Popular (adquirido en junio de 2017) se han incrementado en 250 millones más sobre los anunciados, que eran de 500 millones. Estos 250 millones suponen el 50% de los gastos del Popular.
Fuente: El País