Donald Trump volvió a expresar su deseo de que la Reserva Federal mantenga bajos los tipos de interés. Pero esta vez el presidente de Estados Unidos vinculó el encarecimiento del precio del dinero con el problema que le crea a su política económica la apreciación que registra el dólar respecto al euro y el yuan chino. “Caen como una roca”, dice, para lamentar que “eso nos crea una desventaja”.

Las palabras que pronunció durante una entrevista con la cadena CNBC, que se emitirá este viernes, se interpretaron en Wall Street como una crítica directa hacia la estrategia de retirada de estímulos monetarios que tiene en marcha Jerome Powell al frente el banco central más poderoso del mundo. “No estoy contento con la subida”, reiteró el presidente, “no estoy necesariamente de acuerdo”.

Los tipos quedaron en junio pasado en una banda entre el 1,75% y el 2% tras encadenar siete incrementos desde diciembre de 2015. La intención de la Fed es seguir adelante con el proceso de retirada de estímulos de una manera “gradual”, para evitar que la economía se recaliente conforme va tomando su lugar los incentivos fiscales. Se esperan dos incrementos más este año.

Factualmente, el presidente tiene razón. Pero el euro en concreto es débil no solo por la marcha de la política monetaria en EE UU. La economía europea va mucho más rezagada en el proceso de recuperación, la presión es más baja del lado de los precios y también juegan factores en el cambio como la incertidumbre política. Y todo esto sucede en un contexto de litigio comercial.

Jerome Powell se puso al frente del banco central en febrero, tras ser propuesto por Donald Trump para relevar a Janet Yellen. “Es un buen hombre”, afirma, “pero pese a no estar contento tengo que dejarle hacer lo que creo es lo mejor”. Y refiriéndose a la Europa, señala que “ellos no están haciendo lo mismo que nosotros”. “Están tornando la situación en una ventaja”, añadió, “hacen dinero fácil”.

Las palabras del presidente no deberían afectar a la marcha de los tipos de interés, porque Powell ya dejó claro esta semana en su comparecencia semestral ante el Congreso que se guiará por la evolución de los datos. Pero la Fed es una institución independiente y sus comentarios cuestionan este principio por el que el presidente se abstiene de opinar sobre el curso de la política monetaria.

“Estoy diciendo que diría cualquier ciudadano”, se justificó, “me da igual lo que piensen”. El temor de Trump, como expresó en otras ocasiones, es que el alza de tipos lastre sus iniciativas por llevar el crecimiento por encima del 3%. “No me gusta que pongamos todo este esfuerzo en la economía y luego ver como los tipos suben”, lamentó. El tipo del bono a 10 años se mueve en el 2,8%.

Fuente: El País