Los datos de evolución de la economía española acaban de poner en jaque las nuevas previsiones de crecimiento del PIB para 2019 que el Gobierno en funciones remitió a mediados de octubre a Bruselas junto con el plan presupuestario de 2020. El Instituto Nacional de Estadística (INE) comunicó ayer que el incremento del PIB en el tercer trimestre del año fue del 0,4%. Aunque la cifra implica que la desaceleración no se agrava, pues replica el aumento registrado en el trimestre anterior, supone que las previsiones oficiales del Ejecutivo para el conjunto del año se incumplirán a no ser que el PIB duplique su actual ritmo de avance entre octubre y diciembre.

El nuevo cuadro de previsiones macroeconómicas remitido por el Ministerio de Economía a la Comisión Europea hace dos semanas, rebajaba la estimación oficial de crecimiento del PIB en 2019 del 2,2% al 2,1%, y la de 2020 del 1,9% al 1,8%. El escenario para el próximo año está aún muy abierto, sujeto a los vaivenes de la guerra comercial internacional, la ralentización económica global o el resultado de las elecciones generales del 10N y las medidas que logre aprobar el Gobierno que salga de las urnas. El cierre de 2019, sin embargo, está a la vuelta de la esquina y todo parece indicar ya que el objetivo comunicado no se alcanzará.

El recálculo quinquenal del PIB efectuado este año por el INE, supuso una revisión a la baja del crecimiento de los últimos años y de los dos primeros trimestres de 2019, en los que el avance fue del 0,5% y el 0,4%.

Al replicarse esta última cifra en el tercer trimestre, una proyección simple indica que alcanzar un crecimiento anual del 2,1% a cierre de año exigiría un repunte del incremento trimestral del PIB al 0,8% en los tres últimos meses de 2019. Un movimiento improbable, según los analistas, habida cuenta la ralentización de la economía europea y española. Por contra, de mantenerse el ritmo de crecimiento de los dos últimos trimestres, el avance acumulado al cierre del año sería del 1,7%.

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En un reciente artículo, titulado La relación entre las tasas de variación medias anuales y las intertrimestrales del PIB: implicaciones para las proyecciones y el análisis macroeconómico, el Banco de España explicaba, sin embargo, que aunque “la tasa media anual de crecimiento de un determinado año se puede expresar, aproximadamente, como una suma ponderada de un conjunto de incrementos trimestrales”, hay que tener en cuenta que en el cómputo “intervienen no solo las tasas intertrimestrales registradas en cada uno de los cuatro trimestres de ese año, sino también las correspondientes a los tres últimos trimestres del año precedente”. Y es más, subraya el supervisor, “las ponderaciones de las tasas intertrimestrales de cada uno de esos siete trimestres no son uniformes”. Su valoración oscila entre el 6,25% y el 25%, con la paradoja de que los tres últimos trimestres del ejercicio anterior pesan casi un 40% en el cálculo, siendo el primer trimestre del año en curso el más relevante mientras que, de forma “contraintuitiva”, el peso relativo del resto de meses desciende paulatinamente. Dicho de otra forma, el último trimestre de cada año es el que menos influye en el cálculo del crecimiento del ejercicio, de forma que con el dato del tercer trimestre publicado ayer por el INE, el avance del PIB español en 2019 está decidido al 93,75%.

Tomando este cálculo ponderado como referencia, si el alza del cuarto trimestre se mantiene en el 0,4%, el aumento medio anual del PIB sería del 1,925%. Pero, incluso si la economía duplicara su ritmo de crecimiento entre octubre y diciembre, avanzando un 0,8%, el año cerraría con un alza del 2,025%, todavía por debajo del objetivo del Gobierno.

Y los expertos no esperan semejante rebote. “El PIB se moverá en los próximos trimestres en la zona del 0,4% trimestral”, exponían ayer desde Bankia Estudios. Es más, a la luz de estas cifras, el Consejo General de Economistas rebajó ayer su previsión de crecimiento del PIB de 2019 del 1,9% al 1,8% al considerar “que no se espera un crecimiento de más del 0,4% en el último trimestre” y alertando de que el avance “incluso podría ser del 0,3% siendo la desaceleración mucho más brusca de lo que se pensaba”.

Fuente: El País