El caballo de carrera de Donald Trump continúa su racha positiva. En julio se crearon 157.000 nuevos empleos -por debajo de las previsiones de 190.000- y la tasa de paro cayó una décima respecto al mes anterior, hasta el 3,9%, según las cifras publicadas este viernes por el Departamento del Trabajo de EE UU. La máquina de creación de puestos de trabajo se relentizó respecto a junio de este año, cuando sumó 213.000 empleos.

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El vigor de la economía estadounidense no es algo exclusivo de la actual Administración. EE UU lleva 94 meses consecutivos presentando datos positivos en la creación de trabajo, un récord que parece ser inmune a la escalada de la guerra comercial del presidente Trump con China. La tensión con el gigante asiático ha encendido las alarmas entre los economistas, quienes advierten que, de mantenerse las actuales tarifas arancelarias, podría haber despidos.

El 3,9% de desempleo se vio por primera vez este año en los datos de mayo. Esa cifra no se había registrado en EE UU desde que explotó la burbuja tecnológica en 2000. Muchos economistas predicen que la tasa de paro caerá aún más este año. Si toca el 3,7% o menos, sería la cifra más baja desde 1969. Las tasas de desempleo de los afroamericanos (6,6%) e hispanos (4,5%) rondan los niveles más bajos desde que el Departamento de Trabajo comenzó a registrar esas estadísticas a principios de los años setenta.

A pesar de que el pleno empleo acecha a la mayor economía del planeta y los ejecutivos se quejan de que les cuesta encontrar trabajadores para ocupar sus vacantes, los salarios están estancados. El crecimiento salarial anual de julio a julio se mantuvo en un 2,7%, una cifra que no ha variado desde hace dos años. Sin contar este detalle, que es el que más le importa a los ocupados, las cifras le sonríen a Donald Trump.

El viernes pasado se publicó un crecimiento del PIB del 4,1% en el segundo trimestre, el mayor en cuatro años y la Reserva Federal mantuvo el martes intactas las tasas de interés en un rango de entre el 1,75% y el 2%. El plan del banco central estadounidense es subirlas en septiembre y en diciembre, impulsado por los alicientes datos económicos. El presidente de la Fed, Jerome Powell, busca retirar los estímulos de una manera gradual y lograr un equilibrio que le permita evitar que la economía se recaliente sin frenarla demasiado.

Fuente: El País