A Jeff Bezos le han tocado las narices. El fundador de Amazon y hombre más rico del mundo (con una fortuna estimada de más de 100.000 millones de euros) ha denunciado esta semana haber sido sometido a un chantaje por parte del periódico sensacionalista National Enquirer. Esta publicación, cercana al presidente estadounidense Donald Trump, habría amenazado con publicar unas fotos personales del magnate ligero de ropa.

Bezos ha optado por no ceder ante la extorsión. En un post publicado el jueves en la web Medium, el empresario revela que los periodistas del National Enquirer le advirtieron que tenían unas fotografías comprometedoras. Un mes antes, el magnate había anunciado a través de su cuenta de Twitter que estaba en trámites de divorciarse de Mackenzie, su esposa en los últimos 25 años. Precisamente fue el tabloide National Enquirer el primero en publicar que Bezos mantenía una relación con la presentadora de televisión Lauren Sanchez

Ante la amenaza de publicar esas imágenes personales, Bezos ha pasado al ataque. En el post, dirigido a David Pecker (editor de National Enquirer), se le acusa de haber utilizado sus medios de comunicación para impulsar la campaña presidencial de Trump. En concreto, con la compra de exclusivas que perjudicaban a Trump, para guardarlas en un cajón y evitar su publicación por otros medios. También asegura Bezos que Pecker está siendo investigado por su relación con el Gobierno de Arabia Saudí.

Para entender este cruce de acusaciones hay que tener en cuenta que Bezos es el propietario del periódico Washington Post (uno de los más influyentes y respetados de Estados Unidos). Este diario estaba investigando las acciones de Pecker para beneficiar a Trump. Para que esa investigación no saliera a la luz, Pecker habría chantajeado a Bezos con publicar las mencionadas fotos comprometedoras. Le habría propuesto no publicarlas siempre que Bezos reconociera que el National Enquirer no actuaba por motivos partidistas.

Jeff Bezos ha llegado a contratar a un detective privado para averiguar cómo se enteró el National Enquirer de su relación con Lauren Sánchez, y cómo habrían llegado esas fotos a su poder. En su alegato contra Pecker, el magnate asegura que hay muchas personas cercanas a Trump que están molestas por las investigaciones del Washington Post sobre la relación de Pecker con el régimen saudí.

A todo este escándalo se añadió el viernes un problema adicional para Bezos. El Washigton Post (que siempre ha hecho gala de su independencia respecto a su propietario) publicó que Amazon estaba replanteándose su proyecto de abrir una sede en Nueva York, que llevaba consigo la creación de 25.000 empleos, debido a la oposición de los políticos locales. 

Según las fuentes citadas por el medio estadounidense, los directivos de Amazon han mantenido varias conversaciones para reevaluar la situación en Nueva York y explorar otras alternativas. «La cuestión es si merece la pena si los políticos de Nueva York no quieren el proyecto, teniendo en cuenta lo acogedores que han sido en Virginia y Nashville», explica una de estas fuentes.

Fuente: Cinco Días