La marcha de Duro Felguera (DF) se asemeja a un serial dividido en varias temporadas, con actores que entran y parece que se van a quedar, pero que vuelven a salir dependiendo del desarrollo de los capítulos. Este es el caso del empresario asturiano Blas Herrero, quien ha vuelto a escena por tercera vez desde que se iniciaron las dificultades de la compañía. Su objetivo es lanzar una oferta para quedarse con la empresa, según explicó en una carta remitida al comité de empresa de Duro Felguera el pasado 16 de abril, carta a la que ha tenido acceso este periódico.

Pero para ello, el empresario pide que se formulen las cuentas, retrasadas a mayo o junio (fechas que baraja la firma, como consecuencia del repercusión del Covid-19).

No es la primera vez que Herrero se interesa por la compañía. Hace dos años, antes de la ampliación de capital de julio de 2018, de DF por 125,7 millones de euros, fecha en la que entró en vigor el acuerdo de refinanciación con la banca, ya mostró su interés por controla la firma. Pero al parecer, y según varias fuentes consultadas entonces, su oferta nunca se concretó. Su segundo acercamiento a la compañía fue en noviembre. El 9 de enero, la empresa remitió un contrato de confidencialidad para iniciar las conversaciones que, al parecer, nunca firmó (se esperaba la respuesta el 21 de enero). Y fue el 16 de abril cuando el empresario volvió a anunciar a la empresa su interés por Duro Felguera, como si fuera una respuesta a los últimos contactos de enero.

En su carta Herrero plantea que está interesado en entrar como inversor en DF, pero antes quiere tener acceso a las cuentas de 2019, aún no cerradas. La compañía ha retrasado a mayo o junio (tiene margen hasta noviembre) la publicación de sus cuentas, acogiéndose a la flexibilidad dada por el Gobierno por la crisis del Covid-19.

Las entidades no quieren realizar más aportaciones o hacer otra quita de la deuda

Pero la firma asturiana, en una carta del consejero delegado de Duro Felguera, José María Orihuela, remitida el viernes pasado a Herrero, le pide que explique cuál es su plan de negocio con respecto a la empresa, así como su oferta. La CNMV ha sido informada de esta carta y de otra también dirigida a Herrero el jueves.

Ante los varios intentos de Herrero, que tiene contratado a Alberto Ruiz-Gallardón como abogado, de aproximarse a Duro Felguera sin concretar una oferta, ha provocado las reticencias de la dirección de la empresa hacia las intenciones del empresario. La banca acreedora de Duro Felguera, encabezada por Banco Santander, también parece que desconfían también, hasta el momento, de las intenciones de Herrero, tras mantener contactos con alguna entidad. Varias fuentes cercanas a estos contactos coinciden en que una de las ideas transmitidas por Herrero es que Duro Felguera acometa una operación acordeón, para tras esta operación, y con los títulos a cero euros entrar en la compañía como el inversor que busca DF desde hace tres años, y que no termina de encontrar. Pero esta última parte no está confirmada.

La situación de DF es aún complicada, y necesita como mínimo avales de la banca para operar en un futuro, pero las negociaciones con las entidades llevan tiempo estancadas.

Pide 50 millones en créditos ICO, que le deniegan

Duro Felguera ha solicitado a la banca créditos con avales del ICO por 50 millones de euros, pero hasta la fecha no ha recibido las autorización precisas para su concesión. A ellos, se sumaría la petición desde 2018 de la renovación de avales que, según la empresa, no ha concedido la banca desde 2016. Fuentes de la compañía añaden que el Cesce aprobó en agosto una línea de liquidez por 80 millones de euros, que los bancos no han firmado aún. Aseguran que la banca es poco receptiva a sus necesidades, y eso pese a haber cambiado el plan estratégico que ahora volverán a modificar por la crisis sanitaria, a cambiar la dirección y el consejo, y a haber hecho en 2018 una ampliación de capital, como pedía la banca.

Fuente: Cinco Días