El Gobierno va a congelar las portabilidades en el segmento de las telecomunicaciones, la opción de los usuarios de cambiar de operador sin perder su número, tanto en el ámbito móvil como en el fijo. Este parón se mantendrá mientras dure el estado de alarma aprobado para hacer a la actual crisis que ha sacudido al sector y al conjunto de la economía, como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19.

La medida estará incluida en el nuevo real decreto que el Gobierno ha aprobado y que se publicará en las próximas horas. Según fuentes conocedoras del proceso, el motivo es salvaguardar la salud de los instaladores que acuden a las casas a realizar la portabilidad.

Todos los meses se realizan cientos de miles de portabilidades en el mercado español. En 2019, según los datos publicados recientemente por la CNMC, hubo 9,5 millones de cambios de operador, 7,3 millones en el ámbito móvil y 2,2 millones en el fijo.

Todo parte, según fuentes del sector, de una propuesta presentada por la mayor parte de las grandes telecos españolas ante el Gobierno el pasado fin de semana, de la que se habría descolgado MásMóvil.

Estas compañías consideran que todos los esfuerzos se están dirigiendo a salvaguardar la conectividad de los usuarios en un momento de gran tráfico de datos y los instaladores deben estar enfocados en esas tareas y no en la ejecución de portabilidades, con el consiguiente riesgo para su salud.

Estas telecos, además, creen que en este momento se va a producir una rebaja en las ofertas comerciales, con una menor agresividad, dada la dificultad de poder materializar los cambios de operador.

Las operadora, igualmente, ya comunicaron la pasada semana a sus tiendas que ya no se encargarían de realizar portabilidades, sino que su tarea se enfocaría en solucionar averías y otras cuestiones esenciales para el servicio de los usuarios.

Frente a este cambio, fuentes de los operadores más pequeños se han mostrado críticos. En su opinión, la congelación de la portabilidad tendrá un impacto en el sector de miles de empleos, indicando que ningún país europeo ha introducido una medida así, ni siquiera Italia.

Fuente: Cinco Días