Ya están cocinándose las pujas por la división de servicios de Ferrovial. El gigante canadiense centrado en la inversión en infraestructuras, Brookfield, realizará una oferta por esta división, según fuentes financieras.

El grupo que preside Rafael del Pino prefiere ofertas por el 100%, que incluyan incluso Reino Unido (Amey), si bien los precios serán sustancialmente inferiores a los planteados en principio, de acuerdo a fuentes cercanas a varios de los eventuales compradores. Las tasaciones más optimistas llegaban a los 3.000 millones de euros.

La primera ronda de propuestas, no vinculantes, concluirá entre finales de mayo y mediados de junio, como publicó CincoDías el pasado lunes 13 de mayo. Brookfield, tradicionalmente especializado en negocios de infraestructuras puras y duras, será otro contendiente en las ofertas por Ferrovial Servicios. Goldman Sachs, KPMG y Uría Menéndez son los asesores de la operación.

Una portavoz de la gestora canadiense, con activos bajo gestión por más de 365.000 millones de dólares ( 325.000 millones de euros), ha declinado hacer comentarios a esta información.

La gestora canadiense competirá con Apollo y Lone Star; las ofertas deben presentarse a mediados de junio

La mayor parte de los negocios de esta división de Ferrovial, con una facturación de 6.785 millones de euros el año pasado –superior a los 5.737 millones del resto de áreas del grupo–, se basa en concesiones. De ahí que se pueda considera un negocio con unos ingresos en mayor o menor medida estables en el tiempo, lo que se exige a los negocios clasificados como de infraestructuras. La cartera de pedidos a cierre de marzo de Ferrovial Servicios alcanzaba los 19.398 millones de euros.

En el área de servicios, Ferrovial engloba el mantenimiento y la conservación de infraestructuras, instalaciones y edificios; la recogida y el tratamiento de residuos; el mantenimiento de instalaciones energéticas e industriales y la prestación de otro tipo de servicios públicos. Sin embargo, el margen de ebitda de esta división, con más de 80.000 empleados, fue del 4,2% en el primer trimestre, lo que duplica el 2% del año pasado, pero aún está lejos del 6% de 2017 o el 5,4% de 2016. Estos porcentajes contrastan, en todo caso, con el margen de ebitda del 8,4% reportado en 2018 por Ferrovial en construcción, autopistas y aeropuertos.

Las fuentes financieras consultadas señalan que hay gigantes estadounidense del capital riesgo que lanzarán sus ofertas. Entre ellos, Apollo y Lone Star se muestran especialmente interesados, aunque también sopesan presentar propuestas KKR, Advent, Carlyle y Blackstone. Solo estas firmas tendrían capacidad para comprar el 100% del negocio. La posibilidad de que finalmente se trocee la división daría entrada a otros posibles interesados, entre los que se encuentran Pai Partners, EQT o Triton Capital, que sí podrían afrontar una compra parcial.

La actual hoja de ruta de Ferrovial contempla estudiar las ofertas preliminares a lo largo del verano, con el objetivo de haber cerrado la desinversión a final de año.

Con tentáculos en Reino Unido, Australia y España

Amey. Los negocios de Ferrovial Servicios en Reino Unido no están, de entrada, dentro del perímetro de venta. La compañía negocia con el ayuntamiento de Birmingham poner fin de una vez y para siempre al contrato fallido en la ciudad por unos 300 millones de libras. Se abre la posibilidad de vender la filial con esta área o deshacerse de ella más adelante. El ebitda del conjunto de Servicios fue de 75 millones de euros en el primer trimestre, de los que Reino Unido aportó 7 con un margen del 1%. España supuso 47 millones (el margen fue del 9,7%); Australia, 9 millones (convirtió en beneficio bruto de explotación el 2,3% de los ingresos); y el resto de los países –Estados Unidos, Canadá, Chile, Polonia, Portugal y Catar– sumó 12 millones, con un margen del 7,5%.

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Fuente: El País