Ajay Banga (Pune, India, 1959) es desde 2010 el primer ejecutivo de Mastercard, un gigante de los sistemas de pago con 12.300 empleados, presencia en 210 países y un valor de mercado de mercado de 229.000 millones de dólares (195.700 millones de euros).

Pregunta. El eslogan de Mastercard es ‘Doing well by doing good’ (“Hacer el bien para hacerlo bien”). Esta filosofía, sin embargo, no encaja con la indemnización de 6.200 millones que su compañía y Visa han acordado pagar esta semana a los comerciantes de EE UU por malas prácticas, ¿no?

Respuesta. El acuerdo al que hemos llegado no tiene nada que ver con esta idea. Es un caso bastante antiguo, previo a la salida a Bolsa de la compañía hace 11 años. Cuando hablamos de esta filosofía, me refiero a que usamos nuestra tecnología y conocimiento para generar un crecimiento inclusivo. En este sentido, cientos de miles de personas en el mundo tiene acceso al sistema financiero gracias a los servicios que proporcionamos.

“En absoluto actuamos como un oligopolio. Es una acusación falsa que no se basa en hechos”

P. Dice que la multa se refiere a un caso antiguo, pero la federación de comerciantes americana asegura que el problema no se solucionará con dinero, sino cuando se ponga fin a las prácticas anticompetitivas. ¿Siguen actuando como un oligopolio?

R. En absoluto. Es una acusación falsa que no se basa en hechos. Los bancos hace tiempo que dejaron de ser nuestros propietarios. La gente puede hacer las reclamaciones que quiera, pero la realidad es que los comercios son socios y así les debemos de tratar. Nuestro negocio se origina porque los consumidores compran productos en las tiendas y usan el banco para pagarlos. Debemos interconectar de la mejor forma posible a estos tres actores.

P. ¿Qué impacto tendrá en la cuenta de resultados la multa?

R. El cargo irá a los resultados y usted lo podrá comprobar en los próximos trimestres.

P. Huyen de la etiqueta de empresa financiera y se definen como un grupo de tecnología. ¿Cómo ha sido esta transición?

R. Somos una compañía tecnológica. Al final de día no emitimos ninguna tarjeta, son los bancos los que lo hacen. Lo que hacemos es poner la infraestructura necesaria para que millones de personas entren en contacto con tiendas y bancos en más de 200 países. El cambio de mentalidad es más cómo nos ven desde fuera, porque nuestros trabajadores se ven a sí mismos como suministradores de tecnología. Hemos tenido que tomar conciencia de que en la ultima década, debido a todos los cambios digitales que se han sucedido, nuestro negocio se ha movido desde un único negocio, los sistemas de pagos, a una actividad que abarca muchos más servicios. Un 25% de nuestros ingresos vienen ya de nuevas áreas como la ciberseguridad o el análisis de datos.

P. Me imagino que esta evolución sí necesita un cambio en la cultura corporativa

R. Ahora contamos con cuatro veces más empleados de los que teníamos hace nueve años. El cambio en la cultura corporativa se ha producido por la contratación de perfiles profesionales muy variados. Fichar profesionales de orígenes y formación distintos, y permitirles que se integren con su propia visión de las cosas hace que una compañía cambie. La diversidad de pensamiento es la fórmula secreta para el éxito.

“La diversidad de pensamiento es la fórmula secreta para el éxito de una empresa”

P. ¿Cómo cree que serán los sistemas de pago en el futuro?

R. Los medios de pago se basan en la confianza y en la garantía de su buena ejecución. El principal factor que está cambiando la industria es el Internet de las Cosas. En los próximos 10 años 30.000 millones de aparatos estarán conectados entre sí y eso hará que el sistema de pago sea completamente distinto, pero siempre se necesitarán las infraestructuras que nosotros proporcionamos para hacer las transacciones.

P. Sin duda se trata de grandes avances pero se avecinan también riesgos importantes porque si las máquinas deciden por nosotros habrá menos control sobre lo que gastamos y ahorramos, ¿no?

R. Soy un firme defensor de que un buen consumidor es un consumidor formado. Si no se le dan los conocimientos necesarios no sabrá gastar de forma inteligente. Ese riesgo será el mismo con idenpendencia de que pague con su tarjeta o con el frigorífico. Creo que lo mejor que una empresa puede hacer es contribuir a mejorar la educación financiera.

P. En un mundo de pagos digitales, aspectos como la evasión de impuestos o el lavado de dinero, ¿serán más fácil de llevar a pago?

R. Iniciar este tipo de actividades fraudulentas será más complejo ya que el sistema es más transparente. Operar en efectivo es la mejor forma cuando se quiere ocultar algo, mientras que en un mundo digital operado por bancos es más complejo. Sin embargo, aquellos que quieran hacer algo sin ser vistos encontrarán la forma de hacerlo. La tecnología puede ayudar a hacer los procesos más transparentes, pero no puede cambiar la naturaleza humana.

P. ¿Cree que el dinero en efectivo desaparecerá?

R. No. Lo que sí creo es que su papel en la economía se reducirá. Cada país presenta un grado de evolución distinto en cuanto al uso del cash, en los países nórdicos el efectivo supone ya un pequeño porcentaje sobre las transacciones totales, pero en Rusia o India aún es dominante. Pero no creo que vaya a desaparecer porque todavía tiene un papel que jugar.

P. ¿Qué opinión tiene de las criptomonedas?

R. Por un lado están las criptomonedas y por otro el Blockchain, la tecnología que las da soporte. Soy un gran creyente del Blockchain porque va a posibilitar una nueva forma de hacer negocios. El problema con las criptomonedas es que cualquier divisa debe tener un valor residual estable y el valor de éstas fluctúa demasiado rápido. Además, tampoco tienen una garantía soberana o gubernamental.

“El problema con los ciberataques es que no estamos hablando de ladrones tradicionales”

P. ¿Cómo se enfrenta Mastercard a los ciberataques?

R. Invertimos mucho dinero, gente y tecnología en seguridad. Nuestra estrategia se basa primero en la prevención y una vez detectamos cualquier grieta el objetivo es minimizar el impacto para los clientes. Queremos dar la mejor experiencia de uso posible a los consumidores, pero para lograrlo no es cierto que debamos renunciar a la seguridad. El problema es que los cibercriminales no son ladrones tradicionales, con los que se puede negociar, sino que cuentan con importantes recursos económicos y en algunos casos con apoyo estatal. Eso significa que para combatirlo se necesita la colaboración del sector público y del privado. Si queremos que Internet alcance su máximo potencial es imprescindible que sea lo más seguro posible.

P. ¿Teme que gigantes de Internet como Google o Amazon acaben robando cuota a las empresas de medios de pago?

R. Más que rivales, son nuestros socios. El sistema de pago de Apple usa nuestra infraestructura y cuando compra algo en Amazon lo puede pagar con nuestras tarjetas. No se puede hablar de ganadores o perdedores, porque el único que se beneficia es el cliente.

P. La acción de Mastercard ha subido un 220% en cinco años. ¿Cómo piensan crecer para justificar los múltiplos actuales a los que cotizan?

R. Los inversores confían en nosotros porque ven un patrón de crecimiento a largo plazo. Nuestra estrategia se basa en tres pilares: crecer en nuestro negocio principal, diversificar la base de clientes y desarrollar nuevos servicios. Confiamos en la fortaleza de la marca, en la capacidad tecnológica y en nuestros empleados.

P. El crecimiento, ¿será orgánico o mediante adquisiciones?

R. Una combinación de ambas cosas. En los últimos años ya hemos comprado empresas como Vocalink o Nudata.

Fuente: El País