El Corte Inglés ultima la cuenta atrás para su puesta de largo en el mercado de capitales, con su primera emisión de bonos sénior y calificados por agencias de rating. La compañía iniciará el lunes próximo un road show (ronda de presentaciones) entre inversores institucionales que recorrerá las principales plazas financieras europeas –con citas en Londres, Milán, París, Fráncfort y Ámsterdam– y que recalará también en Madrid, Barcelona y Bilbao. Será el precedente para la emisión de deuda que prevé realizar inmediatamente después.

La intención inicial de El Corte Inglés es debutar con un doble listing. En Irlanda, a través de la Bolsa de Dublín, y en España, a través del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), propiedad de BME. De esta forma, los bonos cotizarían en ambos mercados. Desde la Dirección General de Tributos han avisado de que si se emiten en España los intereses estarán sometidos a retención. Pero el gigante de la distribución negocia con Tributos que coticen en España y en Dublín, según un portavoz de la empresa.

Es en Dublín donde se negocian los bonos de Hipercor colocados por Morgan Stanley en enero de 2015 a un puñado de inversores con un cupón del 3,875%. Estos ofrecen ahora una rentabilidad en el entorno del 2,7%.

El MARF ha acogido emisiones de bonos de tamaño considerable, pero esta sería de lejos la más grande. Ahora lo es la emisión de bonos por 178,7 millones de euros de la concesionaria Autovía de la Plata. Cierto es que la gran mayoría de empresas españolas opta por salir fuera, pese a los denodados esfuerzos de la CNMV, BME y Economía desde 2014 para que lo hagan en España, como ha publicado este periódico. Más de la mitad de la deuda emitida por bancos y empresas españolas desde 2013 cotiza fuera.

El rating de la emisión, a un plazo de cinco o siete años, será BB+, un peldaño por debajo del grado de inversión y a más del 3%

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La ventana de oportunidad que se ha abierto en las últimas jornadas ha sido aprovechada por compañías como Bankia, que ha emitido cocos también en Dublín. Además, han salido Telefónica, Amadeus y eDreams, pero fuera de España en los tres casos, en mercados como Londres y Luxemburgo. Sí han hecho patria BBVA, que colocó el martes su última emisión de cocos en el mercado español, y Mapfre.

El Corte Inglés dispone además de un programa de pagarés por un importe de 500 millones en el MARF a plazos entre tres días y dos años. La intención del grupo que dirige ahora Nuño de la Rosa es lanzar su emisión de deuda al término de la próxima semana o a inicios de octubre, por una cuantía que rondará los 800 millones, como anticipó CincoDías el pasado 28 de agosto.

El Corte Inglés planeaba emitir en principio 1.200 millones de euros, el equivalente al crédito puente a un año –ampliable a dos– y que forma parte del programa de refinanciación pactado el pasado enero. En este acuerdo, el grupo logró refinanciación por 3.650 millones de euros, que incluían un crédito puente por 1.200 millones de euros que debe reemplazarse por financiación a medio y largo plazo.

Pero la compañía ha logrado amortizar deuda gracias a la venta de inmuebles y a la generación de caja, de modo que en siete meses ha reducido ese crédito puente en un 33%, desde los 1.200 millones a los 800, el importe máximo que tendrá su emisión de deuda sénior y que será a un plazo de entre cinco y siete años, con un cupón que oscilará entre el 3% y el 4% en función del plazo.

Fuentes próximas a la colocación apuntan que la compañía también podría optar por un monto inferior a los 800 millones y lograr así un tipo de interés menor. El objetivo de El Corte Inglés es reducir su deuda de forma contundente en los próximos ejercicios.

Una o dos agencias para ahorrar

Bank of America Merrill Lynch, Goldman Sachs y Santander coordinan la emisión de bonos, a los que se suman en un segundo nivel CaixaBank, Bankia, Sabadell, BBVA, Société Générale, Crédit Agricole, Credit Suisse, BNP Paribas, Deutsche Bank y Unicredit.

La emisión es el preludio de una futura salida a Bolsa y contará con la calificación de las firmas de rating. El grupo lleva desde primavera negociando con las tres principales –S&P, Moody’s y Fitch– la concesión de un rating, que no será grado de inversión pero estará muy cerca. Sin que se haya aún comunicado oficialmente, se situará solo un escalón por debajo del grado de inversión, en BB+. Las fuentes consultadas añaden que la nota de las tres agencias es la misma y que previsiblemente el grupo se quedará con una o dos a lo sumo para ahorrar costes. Su intención era haber lanzado los bonos antes del verano pero la dura disputa accionarial que acabó con la salida de Dimas Gimeno retrasó la operación.

Fuente: El País