Tras conocerse este martes la opa que el fondo Letterone ha lanzado sobre el 70,1% que no controla de la cadena de supermercados Dia, el consejo de administración de la empresa, en el que no está presente el fondo, se reúne hoy para analizar la nueva situación. Por el momento, el consejo parece decidido a seguir con sus planes, es decir, presentar los resultados de 2018, junta de accionistas en marzo y ampliación de capital en abril, de forma independiente a los planes de Letterone, que debe respetar los plazos legales que le marque la CNMV. El primer paso lo ha dado hoy al anunciar, en un hecho relevante remitido a la CNMV, que presentará resultados este viernes.

Dia debía presentar las cuentas de 2018 antes del 15 de febrero y se esperaba que apurase los plazos. Sin embargo, ha decidido adelantar la presentación a este viernes. Da así el primer paso de su hoja de ruta, que pasaría después por presentar el plan estratégico para reflotar la empresa –que incluye, entre otras cosas, cierre de tiendas, la venta de las perfumerías Clarel y los cash & carry (para mayoristas) Max Descuento o potenciar la marca blanca- y convocar la junta de accionistas para lograr la aprobación a una ampliación de capital por 600 millones.

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Los plazos del consejo de administración chocan con los planes del principal accionista del grupo, el fondo Letterone del magnate ruso Mijail Fridman. El fondo anunció ayer una opa “voluntaria” —una fórmula que le evita tener que ofrecer un precio equitativo de 3,73 euros por acción— sobre el 70,1% de día que no tiene ya, a un precio de 0,67 euros por acción. Su plan pasa, además, por una ampliación de capital de 500 millones, condicionado al éxito de la opa (lograr al menos la mitad de ese 70,1%) y a alcanzar un acuerdo con la banca acreedora sobre la deuda de al menos 900 millones que tiene el grupo con los bancos —otros 900 millones tiene en bonos, una de cuyas emisiones, de 300 millones, vence en julio—. Además, también anunció un esbozo de “plan de rescate” para que Dia vuelva a ser un “actor líder en el sector de la distribución minorista de alimentos en España”. El plan incluye reajustar precios, revisar la red de tiendas y echar al consejo actual –“reclutar nuevo liderazgo”, dijo ayer en la nota en la que anunciaba la opa-.

El problema para el fondo Letterone son los plazos. Ayer anunció la opa, que solicitará formalmente antes de 15 días. A partir de ahí, tiene que autorizarla la CNMV, para lo que tiene un plazo de 20 días, si no hace ningún requerimiento de documentación. Además, podría aparecer otro inversor que suba la puja, lo que dilataría los plazos. Eso choca con la junta de accionistas, que tendrá que votar la ampliación de 600 millones y la banca condiciona la refinanciación a esa ampliación. Por el otro lado, la opa de Fridman está condicionada “no se amplíe capital antes de la conclusión de la opa voluntaria”.

La banca acreedora, por tanto, tiene sobre la mesa dos planes similares con planes distintos. Fuentes de uno de los bancos acreedores afirman que es positivo que haya actores, Letterone o el actual consejo con su ampliación- dispuestos a poner dinero en la empresa. Mientras, se remiten a lo que decidan los accionistas, que tendrán que elegir entre la opa, el plan del consejo actual o, si se produce, la aparición de otro inversor dispuesto a subir la puja.

S&P rebaja la nota

Ninguno de los dos planes convence a la agencia de calificación S&P Global, que ha rebajado un escalón más la nota de la cadena de supermercados, hasta dejarla en CCC, que supone que considera que la empresa es «vulnerable a un incumplimiento de pago y depende de condiciones favorables del negocio, financieras, o económicas para cumplir con sus compromisos financieros». En opinión de la agencia, «ambos planes conllevan riesgos de ejecución significativos y resultados inciertos». Además, ve riesgo en la refinanciación a corto plazo para Dia y duda de los planes del grupo para lograr una estructura de capital «sostenible», a través de una combinación de aumento de capital y un nuevo acuerdo de refinanciación bancaria a largo plazo.

Es la cuarta vez desde mediados de octubre que S&P Global rebaja el rating de la cadena de supermercados, tras hacerlo la última vez justo antes de que la compañia suscribiera el acuerdo de refinanciación de deuda bancaria por 896 millones de euros y a la espera de realizar la ampliación de capital del consejo por un importe mínimo de 600 millones de euros, que asegura Morgan Stanle

Fuente: El País