El beneficio sorpresa de Norwegian Air Shuttle dará vida a una falsa batalla por su adquisición. La aerolínea transatlántica informó de unas ganancias de 300 millones de coronas noruegas (37 millones de dólares), ayudadas por el aumento del número de pasajeros y la caída de los costes.

Eso puede convencer a los potenciales postores de que su modelo, poco ortodoxo, es una amenaza real. La estrategia del grupo de transportar pasajeros entre Londres y Nueva York por tan solo 99 dólares genera divisiones. Algunos como Ryanair reconocen que no funciona y que el grupo se está expandiendo demasiado rápido. Pero competidores directos como el propietario de British Airways, IAG, o Lufthansa consideran hacer lo mismo.

Los resultados del segundo trimestre de Norwegian Air sugieren que tienen razones para estar nerviosos. Ese beneficio fue impulsado por factores puntuales, pero lo más importante es que los costes por pasajero disminuyeron en un quinto desde 2017, lo que sugiere que los beneficios de la escala están aumentando. Y los ingresos crecieron un 32%, más rápido de lo que esperaban los analistas.

El presidente ejecutivo, Bjorn Kjos, podría envalentonarse para actuar solo, pero aún tiene algo convincente para pensar en una venta. Unirse a una aerolínea más grande con más operaciones en EE UU proporcionaría más pasajeros en los vuelos. Una compañía global tendría más peso para protegerse contra el aumento de los cargos por combustible y ofrecer paquetes a los clientes corporativos.

Por último, el ajustado balance de Norwegian Air –la deuda neta se espera que crezca un 15% este año a 56.000 millones de coronas noruegas, según Bernstein– podría volverla vulnerable si los tipos de interés suben o la economía se torna de color gris.

Aún así, las señales de que el modelo funciona aumentan las apuestas para los pretendientes reacios de Norwegian Air. Previamente, podrían haber esperado que Kjos fracasase, permitiéndoles recoger sus aviones y clientes a bajo precio. Pero cuanto más crezca Norwegian Air, más caro puede ser un acuerdo, y mayor es el riesgo de que termine en manos de un rival.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días