El Banco Central Europeo (BCE) podría empezar a anunciar “en un futuro no muy lejano” algunas expectativas supervisoras para los bancos por los riesgos ligados al clima a los que puedan estar expuestos, afirmó el presidente de la Junta Única de Supervisión del emisor europeo, Andrea Enria.

En una conferencia en Bruselas, Enria recordó que el BCE está analizando con la Autoridad Bancaria Europea si el marco regulador y supervisor para la banca de la eurozona tiene que ser revisado para tener en cuenta los riesgos climáticos y que la institución trabaja sobre el modo de definirlos y medirlos. “Claramente esto es un requisito previo para abordarlos desde un punto de vista prudencial (…). En línea con este trabajo, podríamos empezar a expresar algunas expectativas supervisoras para los bancos en un futuro no muy lejano”, afirmó Enria. Estas expectativas dan directrices a los bancos sobre las acciones que el supervisor espera que tomen para responder ante ciertos riesgos.

El jefe del organismo encargado de supervisar a las entidades de los 19 países de la eurozona consideró que el cambio climático “ciertamente plantea riesgos” para los bancos, pero advirtió de que “estos deben ser cuidadosamente analizados antes de sacar conclusiones políticas”. En este sentido, se mostró en contra de introducir el llamado “factor de apoyo verde”, es decir, de rebajar los requisitos de capital para los activos considerados ecológicos, a menos que se pruebe que efectivamente tienen un menor riesgo.

“Cualquier alivio en términos de capital para los activos verdes tiene que estar basado en pruebas claras de que son menos arriesgados que los activos no verdes”, dijo Enria, insistiendo en que su mandato como supervisor es hacer los bancos más sólidos y seguros. Los riesgos vinculados al cambio climático para la banca pueden proceder, por un lado, del aumento de desastres naturales y sus costes, que impactarán sobre los balances, y, por otro, del proceso de transición en algunos sectores -sobre todo los que altas emisiones de carbono- y la exposición de las entidades a los mismos, recordó el italiano. Las finanzas sostenibles se han convertido en los últimos dos años en una prioridad para la UE, que ha adoptado medidas como la creación de una clasificación de los activos considerados ecológicos o la puesta en marcha de índices climáticos para fomentar las inversiones sostenibles.

Fuente: Cinco Días