El banco suizo UBS y su filial en Francia han sido condenados al pago de una multa récord de 3.700 millones de euros y de 15 millones respectivamente por haber ayudado a clientes acaudalados de la entidad en el país galo a evadir el pago de impuestos y colaborar en el blanqueo del producto del fraude fiscal, así como a abonar otros 800 millones de euros en concepto de daños civiles. Los abogados del gigante helvético ya han anunciado que recurrirán la sentencia.

«UBS está totalmente en desacuerdo con el veredicto», ha indicado la entidad, asegurando que la condena impuesta «no está respaldada por ninguna evidencia concreta, sino que se basa en alegaciones infundadas de ex empleados», por lo que apelará el veredicto y estudiará si fuera necesario adoptar medidas adicionales, añadiendo que, según la legislación francesa, una apelación suspende la sentencia del tribunal de primera instancia y supone la transferencia del caso al Tribunal de Apelaciones, que vuelve a juzgar el caso en su totalidad.

MÁS INFORMACIÓN

El banco suizo fue procesado por proponer entre 2004 y 2012 a potenciales clientes de elevado poder adquisitivo la apertura en Suiza de cuentas no declaradas en Francia, permitiéndoles así eludir sus obligaciones fiscales en el país galo, lo que, según la prensa francesa sirvió para ocultar al fisco alrededor de 10.000 millones de euros en activos no declarados. Estas infracciones se produjeron cuando estaba en la dirección Andrea Orcel, que abandonó la entidad en septiembre de 2018, tras el anuncio de su nuevo puesto en el Banco Santander. La entidad española canceló su fichaje en enero porque debía pagarle un bonus de 50 millones de euros y lo consideró excesivo.

UBS sostiene que no hay pruebas de que clientes franceses abrieran cuenta de la entidad en Suiza, por lo que un tribunal francés no puede condenar a la entidad por hechos que se cometieron en Suiza. El banco alega que esta sanción socaba la soberanía legal helvética.

La agencia de calificación crediticia S&P Global ha destacado que la multa «excede» la cuantía que habían supuesto en sus proyecciones. No obstante, la firma ha asegurado que UBS tiene «suficiente flexibilidad» para mantener una «fuerte posición de capital» tras el pago de la cuantía ya que, a 31 de diciembre de 2018, contaba con una provisión de 2.200 millones de euros provisionados para litigios.

No obstante, S&P Global ha afirmado que seguirá «valorando» las potenciales implicaciones para el rating de UBS de esta multa, ya que el banco apelará el veredicto, por lo que todavía tiene que ser definitivo.

Fuente: El País