El año pasado, casi 5.000 de viajeros usaron algún medio de transporte público en España. Es un 3,1% más que el año anterior y la cifra más alta desde 2008, justo el año del estallido de la crisis. Salvo los autobuses de larga distancia, todos los transportes llevaron al cerrar el año más pasajeros que en 2017, especialmente, los aviones. Tras unos años de lucha con el tren de larga distancia, incluyendo el AVE, el transporte aéreo se destaca claramente y, con un crecimiento del 10%, supera los 40 millones de pasajeros por primera vez desde hace una década.

La crisis económica supuso un descenso significativo del uso del transporte público que se ha tardado una década en recuperar. En 2006, se marcó el récord de 5.095,4 millones de pasajeros entre todos los transportes para viajes entre localidades españolas. Desde entonces, la trayectoria fue descendente hasta tocar suelo en 2014 con 4.476,9 millones, un descenso total del 12,13%. Ese año, se inició una senda ascendente que dura, de momento, hasta 2018, cuando un total de 4.905,7 millones de pasajeros viajaron en algún transporte público por España. De ellos, 3.013,7 millones viajaron en transportes urbanos (un 2,7% más) y 1.372,6 millones (un 3,6% más) lo hicieron entre distintas localidades.

Todos los medios de transporte cerraron el año con saldos positivos, excepto el autobús de larga distancia, que transportó a 15,5 millones de pasajeros, un 4% menos. Dentro de ellos, la recuperación económica de los últimos años ha impulsado el uso del avión, con el que hace no mucho rivalizaba el ferrocarril. De hecho, en 2014, fueron más los pasajeros que usaron el tren (29,7 millones) que los que volaron (29,3) entre ciudades españolas. Con el impulso de la economía, el avión se ha despegado claramente del tren y ha superado los 40 millones de viajeros (40,27 millones), algo que no sucedía desde 2008, cuando volaron por España 41,07 millones de personas. Desde 2013, cuando marcó el mínimo de viajeros por la crisis, el avión ha recuperado 11,5 millones de viajeros, un crecimiento del 40,3%.

Fuente: El País