El final del tercer trimestre fue convulso tanto desde el punto de vista económico (mayor volatilidad en los mercados, datos de crecimiento menos complacientes) como político (problemas para aprobar los Presupuestos en España, Italia desafiando a Bruselas con sus cuentas públicas). Todos estos factores de mayor incertidumbre han calado en el ánimo de los ciudadanos, como refleja la encuesta de confianza del inversor. Este indicador, que elabora JP Morgan Asset Management y que publica en exclusiva EL PAÍS, ha acentuado la tendencia bajista cayendo al nivel de 1,3% desde el 2,49% del trimestre anterior. Se trata del nivel más bajo de los últimos dos años.

El ahorrador barrunta que vienen curvas

La pregunta clave para elaborar el índice es aquella que pide a los encuestados (1.396 en esta muestra) que señalen cómo creen que evolucionará la Bolsa en los próximos seis meses. El grupo de los optimistas —ven “probable” o “muy probable” que el mercado suba— se sitúa en el 31% frente al 37,1% de la oleada anterior. Por el contrario, el grupo de los pesimistas es cada vez más nutrido, representado el 20,7% de las respuestas frente al 16,6% del segundo trimestre. El grupo de los que piensan que el mercado se mantendrá a seis meses vista en los niveles actuales también aumenta y supone el 48,2% de las opiniones.

Razones del pesimismo

Los inversores más pesimistas argumentan su previsión de caídas adicionales en las Bolsas con una serie de motivos, entre los que se encuentran el miedo a una nueva crisis financiera, “la situación política actual”, la inestabilidad política internacional o las señales de desaceleración de la economía estadounidense.

Una de las preguntas de la encuesta de la gestora de fondos es cuál es el mercado donde los ahorradores españoles esperan un mejor comportamiento a medio plazo. Las respuestas de la oleada del tercer trimestre refuerzan a la renta variable europea como la favorita (el 31% la señala como la que conserva más potencial. La Bolsa española sigue ocupando el segundo lugar en las preferencias (20,1%), aunque sufre un retroceso y los que señalan las acciones asiáticas como sus favoritas (19,1%) se sitúan muy cerca.

La mayor aversión al riesgo de los ahorradores españoles también se refleja en las respuestas a la pregunta sobre qué es lo que buscan a la hora de invertir. Aquellos que reconocen que su principal objetivo es “no perder dinero” aumentan desde el 40,1% del segundo trimestre al 41,1% actual. Por su parte, los que indican que su meta es lograr la “máxima rentabilidad” caen del 28,3% al 25,2%. El 33,7% de los encuestados explica que lo que más valora es sacrificar parte de las ganancias a cambio de “cierta seguridad”.

El ahorrador barrunta que vienen curvas

Estas preferencias conservadoras tienen su reflejo en los activos financieros que adquirirán los inversores españoles en los próximos meses. A pesar de que la caída de los tipos de interés deja sin brillo alguno a los productos ligados al pasivo bancario, el 42,4% de los encuestados dice que comprará un depósito o abrirá una cuenta de ahorro remunerada. Cae la intención de inversión en acciones, renta fija y fondos de inversión, y solo mejora la intención de inversión en planes de pensiones y activos inmobiliarios. En los últimos años, la preferencia por el ladrillo se ha multiplicado por cinco en un contexto de recuperación de los precios. A pesar del repunte de la inflación, que supone pérdida de poder adquisitivo, un 14,7% de los ahorradores españoles encuestados asegura que no invertirá en nada en el próximo semestre.

Bolsa: ‘allegro ma non troppo’

Las recientes caídas de la Bolsa no han hecho que JP Morgan Asset Management cambie su estrategia. Es decir, en la gestora de fondos estadounidenses siguen pensando que el contexto aún es favorable para los activos de riesgo. Eso sí, con matices. Aunque mantienen a la renta variable como su principal apuesta, han reducido la sobreponderación que tenía en cartera respecto a otras opciones de inversión.

“Somos relativamente optimistas”, explica Manuel Arroyo, director de estrategia de la firma para España y Portugal. “Todavía quedan varios trimestres para que el ciclo alcista económico en EE UU llegue a su fin”, añade. La tesis de la gestora es que el crecimiento mundial para el próximo año seguirá por encima del 3%, aunque cabe la duda de si ese crecimiento seguirá siendo sincronizado como hasta ahora, o empezarán las divergencias entre las distintas áreas económicas. “Es posible que se mantenga la brecha en cuanto a las políticas monetarias. Mientras la Reserva Federal subirá más veces los tipos en los próximos meses, en Europa el inicio de la normalización monetaria se retrasará hasta bien entrado 2019”.

La reciente caída del mercado bursátil es vista por Arroyo como algo normal en el tramo final de un largo ciclo alcista. “La volatilidad regresa poco a poco a niveles históricos después de estar ausente durante mucho tiempo. Además, muchos inversores han aprovechado para hacer beneficios tras las importantes plusvalías acumuladas”, apunta. Este experto recuerda además que los resultados empresariales siguen siendo un buen soporte para la valoración de las acciones. “En renta fija seguimos prefiriendo el crédito corporativo. La deuda pública americana empieza a tener interés, pero solo para inversores en dólares”.

Fuente: El País