Compraban vino barato de mesa en Castilla-La Mancha, lo embotellaban en una bodega de El Bierzo con etiquetas falsas de la denominación de origen de esta comarca leonesa y, posteriormente, lo exportaban por medio mundo como vino de calidad. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detenido a cuatro personas —tres de ellas miembros de la misma familia— como presuntas autoras de un fraude masivo en la comercialización de vino.

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Según las pesquisas, la trama operaba desde 2014 y el fraude supera los dos millones de botellas. De ellas, solo el 20% se comercializaba en España. El resto era exportado. La investigación ha revelado que partidas del vino fraudulento llegaron a China, Rusia, Vietnam, Francia y Lituania. Se investiga también si se comercializaron otras en EE UU, Brasil, Costa de Marfil, Ecuador, Benín, Togo y México, según fuentes jurídicas.

La investigación se inició en diciembre de 2018, después de que responsables del Consejo Regulador Denominación de Origen Bierzo denunciase ante la Guardia Civil que habían detectado botellas de vino con falsas contraetiquetas para hacerlas pasar como caldos de esta procedencia. Las primeras gestiones del Seprona permitieron detectar 8.000 botellas fraudulentas a la venta en supermercados de diferentes provincias, todas ellas con un denominador común: eran vinos jóvenes de gama media y media-baja que se ofertaban como vino del Bierzo o de la Indicación Geográfica de la Tierra de Castilla y León.

Los agentes localizaron primero las empresas distribuidoras para, a partir de ahí, desentrañar la trama fraudulenta, cuyo epicentro era presuntamente la Compañía Europea Exportadora de Vinos, situada en la localidad de Coles (Ourense), regentada por el matrimonio formado por L. C. G. y A. L. N., y el hijo de ambos, I. C. L., que ya habían recibido denuncias por supuestas irregularidades administrativas. El cuarto detenido es un socio de la familia, P. H. G. de Dirago S.L. con antecedentes por hechos similares.

Bodega alquilada

La investigación, dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Ponferrada, ha revelado que los detenidos habían alquilado una bodega en la localidad de Cabañas Raras, en El Bierzo, para poder comercializar vino con etiquetas de la Denominación de Origen. De hecho, habían solicitado al organismo certificador etiquetas para un número pequeño de botellas. Sin embargo, posteriormente falsificaban nuevas etiquetas y sacaban a la venta un número de botellas muy superior al que tenían autorizado.

El fraude afectaba también al contenido de las botellas. El vino no procedía de viñedos de El Bierzo, sino de otras regiones españolas, principalmente de Castilla-La Mancha, aunque también de La Rioja y Galicia, que adquirían a bajo precio. La inmensa mayoría de las botellas comercializadas se vendían como vinos jóvenes de gama media o media-baja y solo en unas pocas ocasiones como crianza. «Apostaban por la cantidad antes que la calidad», señalan las fuentes jurídicas consultadas, que destacan que con ello pretendían que el fraude pasase inadvertido para los consumidores finales: «Alguien que compra una botella de tres euros posiblemente no detectase la diferencia, algo que si puede ocurrir con gente que consume caldos de 50 euros», explican estas fuentes.

También por ello exportaban la mayor parte del vino al extranjero. Curiosamente, una de las alertas sobre el fraude llegó de China y, más en concreto, de un bodeguero español que había acudido a una feria vinícola en este país asiático y descubrió que se estaban comercializando como de El Bierzo un vino elaborado con una variedad de uva que no se da en esta comarca leonesa.

Junto a la familia y el socio que fueron el pasado 8 de mayo, los agentes han tomado declaración como investigados a otras seis personas. A todos les atribuyen delitos contra la propiedad industrial por la utilización ilegítima de las figuras de calidad del vino, estafa continuada, fraude, falsificación documental, y blanqueo de capitales. Además, los agentes realizaron 11 entradas y registros en inmuebles y bodegas en los que localizaron cientos de miles de contraetiquetas falsificadas listas y 335.000 euros en efectivo.

Un informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea el pasado mes de junio cifraba en más de 2.700 millones de euros el fraude anual en la UE motivado por la falsificación de vinos y licores. El estudio estimaba que estas ventas ilegítimas reducían en casi un 7% el comercio de los productos legal y provocaban en ingresos fiscales a los estados de más de 2.000 millones de euros.

Fuente: El País