Jack Dorsey, CEO de Twitter, anunció el pasado miércoles que su compañía formará un equipo de cinco personas con la idea de que se encarguen de desarrollar estándares de código abierto para facilitar la creación de redes sociales descentralizadas. El empresario espera que Twitter pueda integrar el resultado de este proyecto en su plataforma para ofrecer a los usuarios un mayor control de lo que sucede en ella.

Según las reflexiones de Dorsey, publicadas en un hilo de su red social, la iniciativa que planea llevar a cabo podría derivar en que los usuarios terminen ejecutando sus propias versiones de Twitter de la misma manera que diferentes proveedores ejecutan sus propios servicios de correo electrónico. Más allá del debate sobre cómo afectaría esto a su modelo de negocio, lo cierto es que no nos encontramos ante la primera propuesta de descentralización de internet, una red que se creó con un firme propósito de apertura con vocación de accesibilidad universal. Estas son algunas de las que hemos escuchado en los últimos años:

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Esta red social no pudo evitar darse por aludida ante el anuncio de Twitter. Y es que el resultado de lo que termine creando el equipo de Dorsey podría parecerse bastante a lo que es actualmente Mastodon, una plataforma descentralizada cuyo código y documentación están disponibles en el repositorio GitHub. Cualquiera puede configurar servidores en Mastodon y permitir que otros usuarios se registren para obtener su cuenta, que les permite interactuar con otras personas aunque estén en diferentes servidores.

El valor de esta estructura es, precisamente, su descentralización, ya que los propietarios de cada servidor establecen las normas de conducta y los contenidos que se admiten en su red y pueden bloquear la conexión de otros servidores al suyo. Este sistema descentralizado pone en sus manos la responsabilidad de decidir qué se puede hacer y qué no en la comunidad. En Mastodon ya hemos visto lo que esto puede suponer. Cuando la red social de extrema derecha Gab se unió a esta plataforma, la mayoría de sus servidores lo prohibieron, limitando considerablemente su radio de difusión.

El nombre de esta red social es, en sí mismo, toda una declaración de intenciones. Bajo esta idea de dispersión frente a la centralización, Diaspora nace en 2010 de la mano de cuatro estudiantes del Instituto Courant de Ciencia Matemáticas de la Universidad de Nueva York y en cuatro años había superado el millón de usuarios.

Su funcionamiento es similar al de Mastodon: su red se compone de un grupo de servidores independientes — en la comunidad se conocen como pods— que pueden interactuar entre ellos. Los usuarios pueden crear una cuenta en cualquier servidor, pero pueden comunicarse con usuarios de los demás servidores sin problema.

Los usuarios pueden crear una cuenta en cualquier servidor, pero pueden comunicarse con usuarios de los demás servidores sin problema

En una entrevista con The New York Times, Maxwell Salzberg, uno de sus fundadores, declaró, en alusión a plataformas como Twitter o Facebook: “Cuando otorgas tu información la estás entregando para siempre. El valor que nos ofrecen es despreciable, comparado con lo que están haciendo, ya que nos hacen renunciar a nuestra privacidad”. Curiosamente, el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, fue uno de los primeros en donar dinero para esta plataforma.

“Imagina un mundo en el que puedas comunicarte con otra persona por internet sin que tengáis que veros obligados a instalar la misma aplicación”. Así se presenta en su web Matrix, un proyecto de código abierto cuyo protocolo permite que los usuarios con cuenta en un proveedor de servicios de chat en línea, voz o videollamada puedan conectar con usuarios con proveedores diferentes. En otras palabras, la solución de Matrix descentraliza los entornos de comunicación que hoy copan compañías como Slack, WhatsApp o Skype.

Así funciona Matrix.

Su red ha experimentado un rápido crecimiento: cuenta con más de 11 millones de usuarios y ha cuadruplicado el número de usuarios activos diarios respecto al año pasado. New Vector, la compañía que trabaja en Matrix, ha cerrado recientemente una ronda de inversión de cerca de ocho millones de euros con los que esperan que estos datos sigan en aumento.

Ni más ni menos que el creador de la World Wide Web (WWW), Tim Berners-Lee, es el impulsor de Solid, una iniciativa de internet descentralizado por medio de blockchain en la que colabora con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Solid permite a los internautas elegir los datos que comparten con las plataformas que visitan. “Imagina que cualquier aplicación que ejecutes apunte a datos que puedes controlar”, explicó en una entrevista. “¿No sería una manera emocionante de conectarse a la Red?”.

  • Blockstack

La iniciativa Blockstack se presenta como un ecosistema descentralizado de aplicaciones que garantiza la privacidad de sus usuarios. Su plataforma nos permite gestionar nuestra identidad digital a nuestro gusto. Los internautas que la utilicen pueden elegir qué información quieren compartir y pueden limitar el acceso de una compañía concreta a sus datos en cualquier momento.

La plataforma está publicada en código abierto, ha sido desarrollada por investigadores del ámbito de la industria y del académico y ha llegado a ser el sistema no financiero con más transacciones de la cadena de bloques de Bitcoin.

Fuente: El País