El pasado 15 de octubre Cepsa había previsto su vuelta a Bolsa, pero la operación se canceló in extremis. A pesar del fiasco de la oferta pública de venta (OPV) de acciones, con la que se pretendía colocar el 25% del capital entre grandes inversores, el dueño de Cepsa, el fondo soberano Mubadala Investment Company, de Abu Dabi, asegura mantener la misma hoja de ruta para la compañía. Héctor Perea, su director de estrategia, recuerda que los objetivos pasan por “transformarnos en una petrolera más integrada y con mayor presencia internacional”.

Cepsa esperaba que el nuevo mix de negocios y proyectos fuese lo bastante atractivo para respaldar su OPV. Pero las cosas no salieron como esperaba. Al final tuvo que desistir de la colocación dado el poco interés de los inversores institucionales al precio que demandaba la compañía para sus acciones. “Los interesados”, apunta José Luis Herrera, analista de CMC Markets, “la encontraron cara. Y lo cierto es que, comparada con Repsol, su precio era elevado”. En toda salida a Bolsa el vendedor, además de una tarjeta de visita atractiva, debe de contar con unas condiciones de mercado favorables y, en el caso Cepsa ese viento de cola tampoco se dio porque la Bolsa estaba en ese momento en una fase bajista pronunciada que, además, coincidía con una fuerte caída del precio del petróleo.

En el ánimo de los inversores quizás también se notara el hecho de que, a pesar de las enormes inversiones y adquisiciones hechas por la empresa, los resultados de esa estrategia aún no se han plasmado del todo en sus cuentas. De momento, teniendo en cuenta que en algunos campos existentes la producción ha disminuido y que ha habido algunas desinversiones, lo cierto es que el perímetro de la empresa ha disminuido entre 2011 (año en el que el fondo emiratí se hizo con el 100%) y 2017. La cifra de negocio ha bajado desde los 25.000 millones de euros de 2011 a los 18.212 millones de 2017. La producción de crudo se ha recortado desde los 121.000 barriles/día de 2011 a los 92.000 de 2017. Incluso el gas natural comercializado ha descendido de 27.900 a 25.250 GWh. En el folleto de salida a Bolsa, Cepsa incluía datos (no auditados) al cierre del primer semestre y ahí sí se notaba ya cierta aceleración: las ventas crecieron un 22% en tasa interanual hasta 12.391 millones, el resultado operativo (621 millones) mejoró un 14%, mientras que el beneficio neto semestral aumentó un 6,7% hasta 446 millones.

En los últimos años el grupo ha entrado en Brasil, Tailandia, Malasia y México

Fuentes del mercado creen que tanto la compañía como los inversores se van a dar un tiempo para que las iniciativas operativas empiecen a coger vuelo. Y entonces reintentar la operación de salida a Bolsa, o vender ese paquete minoritario a algún fondo. En Cepsa insisten es que el traspiés de la OPV no va a implicar un cambio de estrategia y recuerdan que las líneas maestras fijadas en el primer semestre del año pasado siguen vigentes. Se trata de una estrategia basada en el aumento del negocio de exploración y producción, el impulso de la actividad petroquímica, la mejora de la eficiencia en la actividad industrial y logística del grupo, y la diversificación hacia nuevas actividades.

El principal objetivo de Cepsa es aumentar su producción de hidrocarburos, reducida de momento, algo decisivo ya que esa insuficiencia de producción propia le obliga a adquirir la mayor parte del petróleo necesario para su transformación y venta. “Para nosotros era básico equilibrar refino y producción. Comprar barriles en el mercado sale muy caro”, reconoce Perea. La empresa, que en 2011 estaba presente básicamente en Argelia y Colombia (además de Perú y Egipto), ha hecho un notable ejercicio de internacionalización y ahora tiene también presencia en Brasil, Tailandia o Malasia entre otros países.

Nuevos mercados

“Especialmente significativa fue nuestra entrada en Abu Dabi y en México”, apunta Perea. El año pasado, ADNOC, la petrolera estatal de Abu Dabi, le otorgaba a Cepsa el 20% de la producción de dos de los campos de crudo más grandes del país, SARB y Umm Lulu, una operación que le costó 1.500 millones de dólares. También el año pasado logró una participación en tres bloques en México. A resultas de esa política de expansión en el upstream (exploración y producción) multiplicó sus reservas por cinco. ”Pasamos de unos 100 millones de barriles en el 2011 a 470 millones en la actualidad” precisa el responsable de estrategia. Algunos de estos nuevos campos, los de Abu Dabi, por ejemplo, están ya en fase de exploración económica. Otros, los de México, están aún en la etapa de prospección.

Electricidad y renovables forman parte de su estrategia de diversificación

La segunda gran prioridad de Cepsa es reforzar su liderazgo en alquilbenceno lineal (LAB), producto para detergentes, y en fenol. A la presencia industriales que tenía en 2011 —España, Canadá y Brasil— hay que sumar ahora China e Indonesia. Su prioridad es Asia, una zona en donde la demanda de LAB crecerá a tasas del 5%. Una apuesta que Perea explica debido “a la fuerte expansión de las clases medias en la zona”. En 2015 inauguró su planta de Shanghai, donde produce fenol, que costó 300 millones de dólares. En 2017 iniciaba la producción de una gigantesca planta de alcoholes vegetales en Indonesia. Para concentrarse en su especialidad, Cepsa no dudó en vender sus plantas de ácido tereftálico purificado (PTA) en Canadá y Cádiz.

En distribución, Cepsa está tratando de dinamizar y mejorar el ratio de rentabilidad de su red de 1.800 estaciones de servicio en España y Portugal a través de medidas entre las que destacan una serie de alianzas, sobre todo con Carrefour. La novedad más reciente en este negocio es su decisión de abrirse a la gestión de estaciones de servicio fuera de la Península, algo que no contemplaba hace años. La empresa prepara estos días la implantación de hasta 100 gasolineras en Marruecos. “También tenemos interés en crear una red en México dada la apertura del mercado mexicano a inversores internacionales”.

En cuanto a diversificación pura y dura destaca su entrada en el negocio de venta de electricidad. A principios del año pasado lanzó un paquete integrado de venta de gas, electricidad y carburante a sus clientes, vinculado a las estaciones de servicio, el Cepsa Hogar. Las estaciones de servicio de Cepsa serán utilizadas también para el lanzamiento de otra novedad, la instalación de puntos de recarga rápida para coches eléctrico, “capaces de realizar el 80% de la recarga en 20 minutos”. En una primera fase se implantarán 100 de estas electrolineras en España y Portugal. Cepsa va también en serio en el tema de la renovables. En 2017 compró los derechos para construir un parque fotovoltaico de 30 Mw en Jerez, “que vamos a inaugurar este año”. Además, ha redoblado su apuesta verde tras firmar con Masdar, otra firma de Mubadala, un acuerdo de colaboración para construir parques solares y eólicos en España y Portugal con un total de entre 500 y 600 Mw de potencia.

Fuente: El País