El PP mejora sus resultados electorales respecto a la cita del 28 de abril, aunque lejos de alcanzar los 100 escaños que se había fijado como objetivo. Con más del 98% escrutado el PP obtendría 87 diputados, una mejora de 21, equivalentes al 20,8% de los votos, cuatro puntos más que en la anterior llamada a las urnas. En el aire está el escaño por Melilla en una pugna cerrada con Coalición por Melilla.

El candidato y presidente popular, Pablo Casado, se ha mostrado satisfecho: «El Partido Popular ha obtenido un buen resultado, pero para España es un mal resultado para su gobernabilidad y su futuro». Casado ha sacado pecho frente a la debacle de Ciudadanos (10 diputados), destacando que «cuando alguien piensa que este partido está en un mal momento siempre resurge», y ha puesto cara una posible abstención o acuerdo de gran coalición con el PSOE. «Sánchez ha perdido su referéndum. Es el gran derrotado. El PSOE debería valorar su futuro y plantearse qué quiere hacer ahora que la gobernabilidad es mucho más difícil. España no puede esperar mas».

En este punto, el líder popular ha explicado que su partido ejercerá «el liderazgo que los españoles nos han dado, vamos a ser muy exigentes con el PSOE. Vamos a ver qué plantea Pedro Sánchez y después ejerceremos nuestra responsabilidad porque España no puede quedar bloqueada.Pero nuestros intereses, nuestros programas y nuestros planteamientos son incompatibles con los de Pedro Sánchez», ha rematado Casado. 

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Con estos resultados los populares se afianzan como líderes de la oposición pero también como la llave para la gobernabilidad, aunque no a través de una candidatura liderada por Casado. Una alianza con VOX, que consigue un resultado histórico con 52 diputados, y con Ciudadanos, que se desploma hasta los 10, además de los dos de Navarra Suma, reuniría apenas 151 escaños, tres más que en abril pero lejos de los 175 exigidos. Además, el número de votos negativos sería, a priori, superior al de los apoyos, lo que bloquearía la formación de un Ejecutivo orientado a la derecha.

En ese escenario, el PP podría tener la llave para una investidura de Pedro Sánchez, que obtiene 120 escaños, tres menos que en abril. Algo que podría articular a través de una abstención o una gran coalición, opciones ambas que Pablo Casado ha rechazado durante la campaña. Esto llevaría a una nueva situación de bloqueo y, de no resolverse, a unas terceras elecciones.

Los populares han mejorado su resultado en 20 circunscripciones. En 19 de ellas ha obtenido un diputado más que en la anterior convocatoria, mientras que su mayor incremento lo ha registrado en Madrid, donde ha pasado de recabar 7 diputados a 10. El PP no obtuvo representación en hasta ocho circunscripciones en las elecciones de abril. En esta ocasión ha tenido un cero en siete: las tres del País Vasco, Girona, Lleida, Tarragona y Ceuta. En cambio, en Barcelona ha obtenido dos. 

Los malos resultados despertaron un profundo debate interno sobre el rumbo político de la formación. Voces internas criticaron un supuesto viraje a la derecha de la formación, abandonando posiciones de centro. Los populares pudieron amortiguar la caída en las elecciones autonómicas, donde conservaron las presidencias de Castilla y León, Ceuta, Madrid y Murcia de la mano de Ciudadanos. Una situación que, según el sondeo, le ha beneficiado llevándose buena parte del votante de la formación naranja.

Tras conocerse los resultados del sondeo, fuentes del Partido Popular transmiten «prudencia»  y «tranquilidad», tal y como recoge Servimedia, subrayando que se ha hecho «una buena campaña» en la que «no se han cometido errores».

Fuente: Cinco Días