La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha evitado pronunciarse sobre una posible reforma en Ley Hipotecaria que se tramita en el Congreso, tras el cambio de criterio del Supremo, durante su participación en la Conferencia Internacional de Banca del Banco Santander, que se celebra este miércoles en Madrid. Solo hizo una referencia a la normativa hipotecaria para decir que el Gobierno busca proteger a los clientes y con eso, se ofrecerá «seguridad jurídica a las entidades». «El Gobierno garantizará la seguridad jurídica y tomará medidas para resolver los problemas de la sociedad», resumió.

Por su parte, la presidenta del Santander, Ana Botín, tampoco hizo ninguna referencia a la nueva posición del Supremo, que ha determinado que sea el cliente el que se haga cargo del impuesto de actos jurídicos documentados. Botín ha cargado contra las grandes tecnológicas por «no pagar una parte justa de impuestos» y ha instado a actuar y establecer normas fiscales para que cada sector, sea tradicional o digital, pague en función de dónde genera sus beneficios.

Solo así esas compañías contribuirán «de forma proporcionada» al desarrollo, ha explicado durante la apertura de la Conferencia en la que ha pedido acabar con leyes tributarias del siglo XX en plena era digital.

Además, la máxima ejecutiva del Santander ha insistido en su idea de que se necesitan «leyes neutrales», que traten a las empresas por igual si desarrollan las mismas actividades; una crítica por la regulación a la banca frente a los nuevos competidores como los gigantes tecnológicos.

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Impuestos a las tecnológicas

Calviño también dedicó gran parte de su discurso a la tecnología y afirmó este miércoles que espera que el impuesto a determinados servicios digitales, conocido como la ‘tasa Google’, llegue al Congreso en las próximas semanas. Durante su intervención en la Conferencia, ha indicado que este impuesto se encuentra actualmente en fase de audiencia pública.

La ministra pareció recoger el guante lanzado por Botín al recordar que la creación de este tributo forma parte de la modernización del sistema tributario que ha planteado el Gobierno con el objetivo de adaptarlo paulatinamente «a la realidad del siglo XXI» y hacerlo «más progresivo y más justo».

Calviño ha afirmado además que la desigualdad y la pobreza también son lastres para el crecimiento de la economía española, por lo que, más allá de razones de justicia social, considera que actuar para elevar la cohesión de la sociedad española es «primordial» desde un punto de vista económico y político. «Las desigualdades son el caldo de cultivo perfecto para los populismos y los extremismos», ha asegurado la ministra.

En este sentido, reclamó a la banca responsabilidad en el desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías para que las encaucen dentro de la inclusión financiera que beneficie a toda la sociedad. Abordó la necesidad de impulsar directivas que fomenten la seguridad de los consumidores, «que garanticen la transparencia y la responsabilidad, que es un elemento clave para las entidades, como ha apuntado la presidenta del Santander. Beneficia a los clientes y beneficia a todos», resumió.

En cuanto a la marcha de la economía española, Calviño ha indicado que seguirá creciendo a tasas «robustas», como reflejan las «prudentes» previsiones que ha elaborado el Gobierno y que apuntan a un crecimiento del PIB del 2,6% para este año y del 2,3% para 2019.

«Los datos económicos nos permiten ser optimistas sobre el futuro de nuestro país, pero también nos exigen ser responsables», ha destacado la ministra, que ha añadido que se necesita responsabilidad para superar los desequilibrios que aún presenta la economía, para pensar en el largo plazo y para cumplir con los ciudadanos.

Fuente: El País