La dirección y los sindicatos de CaixaBank han iniciado hoy las negociaciones del expediente de regulación de empleo (ERE) con el que la entidad financiera prevé reducir su plantilla en más de 2.000 trabajadores. La entidad financiera no ha concretado la afectación, pero ha anunciado a los representantes de los trabajadores su intención de despedir a personal, promover la movilidad geográfica (obligación de traslados a más de 25 kilómetros de distancia) y modificar las condiciones laborales a aquellos que continúen en el banco.

El encuentro ha empezado con polémica, dado que CaixaBank da por constituida la mesa de negociación y, con ella, iniciada la cuenta atrás del cómputo de días para cerrar un acuerdo. Los sindicatos, por su parte, reclaman un proceso negociador abierto y no acotado a plazos tan cerrados. Alegan que solo se ha optado por el plazo de negociación acotado en días en situaciones que requerían urgencia, como la integración de plantillas de otras entidades absorbidas, y que el actual proceso se inicia a las puertas de que CaixaBank presente los mejores resultados financieros de su historia.

Los directivos de la entidad han anunciado a los sindicatos que entregarán la próxima semana la justificación y los datos concretos del ERE, que va vinculado al plan estratégico que CaixaBank presentó en diciembre pasado en Londres. Entonces anunció su intención de cerrar un 18% de su red de sucursales, lo que implica la liquidación de 821 oficinas en los próximos tres años. La medida, a falta de oficializar la reducción de plantilla, supondrá recortar entre un 6% y un 7% el número de trabajadores.

Las dos partes se han emplazado a una nueva reunión el próximo jueves en Madrid, en la que la dirección ya formalizará la entrega de la documentación con los datos concretos sobre el recorte de plantilla. Según los analistas, la aplicación del plan estratégico hasta 2021 permitirá a CaixaBank ganar en los próximos cuatro años 1.000 millones de euros más que en con el último plan.

Fuente: El País