El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha advertido esta mañana de los efectos económicos que pueden tener las protestas que se han producido en Cataluña después de la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés. Tras afirmar que «es muy difícil de medir» las consecuencias, el ejecutivo Ha apuntado: «Lo importante es que no se cronifique. No es bueno para la economía, pero va a tener impacto si se mantiene en el tiempo. Queremos pensar que no será así».

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El ejecutivo sí que ha afirmado que los disturbios vividos en las últimas semanas ya han afectado en diferente grado en actividades centradas en el comercio y el turismo de determinadas zonas.

Gortázar no ha negado que el ambiente de manifestaciones, algunas de ellas con enfrentamientos violentos de los protestantes con los cuerpos policiales, afecte al crecimiento económico, porque «la inestabilidad no ayuda», pero ha celebrado que, afortunadamente la economía española y catalana continúan en números negros. Sí que ha censurado «el paso adicional» que representa pasar de «inestabilidad a violencia», lo que ha marcado como una prioridad en el desescalamiento del conflicto: «La prioridad es que la violencia sea erradicada».

Gortázar, que ha presentado los resultados del tercer trimestre de CaixaBank en Valencia, como hace habitualmente desde que la entidad decidió trasladar su sede desde Barcelona a finales de 2017, tras la celebración del referéndum, ha señalado que de momento el impacto está siendo reducido para el banco –«No son relevantes para la cifras de CaixaBank», ha dicho– ha evitado cuantificar los costes para la entidad derivados de los desperfectos que han sufrido algunas de sus sucursales durante los disturbios en Cataluña. «Hemos tenido desperfectos en algunas oficinas, que hemos podido reparar, pero la actividad de CaixaBank no se ha visto en absoluto parada», ha dicho.

Fuente: El País