En octubre las afiliaciones a la Seguridad Social registraron la mayor creación de empleo de la historia con un crecimiento respecto a octubre del pasado año del 3%, el triple que nuestros socios europeos. Pero de nuevo el PP deja el Gobierno y un modelo económico similar al que dejó en 2004 que fue la causa de la mayor crisis económica en España desde la Guerra Civil.

En 1995, las exportaciones en términos reales, manteniendo constantes los precios, eran equivalentes al 20% del PIB y las importaciones al 19%. En 2007 las exportaciones suponían el 26% del PIB y las importaciones el 32%. Y los precios del petróleo pasaron de 20 dólares por barril en 1995 a máximos de 150 dólares en 2008.

Por tanto, las exportaciones españolas tuvieron un meritorio crecimiento a pesar de sufrir una apreciación del tipo de cambio efectivo real del 20%. El problema del modelo económico de la burbuja en España fue concentrar mucho capital y empleo en sectores de baja productividad, orientados a la demanda interna que provocaron un crecimiento descontrolado de las importaciones. Eso, junto a la subida de los precios del petróleo, explica que el déficit exterior pasara del 1% del PIB en 1995 al 10% en 2008 y la deuda exterior del 25% del PIB al 90%, una de las mayores del mundo.

En 2012, el intento de convencernos de que la reforma laboral había cambiado nuestro modelo de crecimiento basado en exportaciones. La realidad es que en el último año las exportaciones han dejado de subir y el PIB y el empleo crecen de nuevo por demanda interna y la contribución del sector exterior al crecimiento vuelve a ser negativa, como en la burbuja. La productividad está estancada. Como en la burbuja.

El empleo en construcción crece un 7% anual y pese a que supone el 6% del total del empleo, explica el 14% del crecimiento del mismo. Como en la burbuja. El empleo de inmigrantes crece un 6% y, con una tasa de paro del 15%, la población inmigrante crece un 3%. Como en la burbuja. El crédito hipotecario crece casi el 20%, los visados de nueva construcción aumentan un 25%, el precio de la vivienda sube muy por encima de los salarios y los bancos están poco capitalizados, muy apalancados, y dan crédito sin elevar los depósitos. Como en la burbuja. El nuevo Gobierno habla del PIB y el empleo, como Guindos hace un año, y anima a los jóvenes a trabajar en la construcción porque dicen que es un sector de futuro, como decía Aznar hace 15 años.

La deuda exterior sigue en el 90% del PIB. Como en la burbuja. Si el crecimiento de la eurozona no repunta o el precio del petróleo no cae con fuerza en 2019 volveremos a tener déficit exterior. Como en la burbuja. Los tipos del BCE al 0% son muy inferiores al crecimiento de nuestro PIB nominal. Como en la burbuja. El ser humano siempre tropieza con la misma piedra, pero debe intentar no enamorarse de ella.

Fuente: El País