El fabricante de chips estadounidense Broadcom sufrió ayer un duro castigo en Bolsa tras anunciar que ha pactado la compra de CA Technologies por 18.900 millones de dólares (16.000 millones de euros) para expandirse en el mercado del software. La noticia, que pilló por sorpresa al mercado, provocó un desplome de las acciones de la compañía, que llegó a caer un 19%, perdiendo casi la misma cantidad que ha ofrecido para cerrar la operación. Al cierre, cayó un 13,8%.

La transacción, aprobada por los consejos de ambas empresas, se produce después de que Broadcom retirara en marzo su oferta para comprar Qualcomm por 117.000 millones de dólares tras el bloqueo impuesto por el Gobierno de Donald Trump, al considerar a la empresa como estrategia por su tecnología para la telefonía móvil 5G. En la nueva operación, Broadcom pagará a los accionistas de CA 44,50 dólares en efectivo por acción, lo que representa un alza del 20% respecto al precio al que cotizaban sus títulos al cierre del mercado el 11 de julio.

El fabricante de chips estima que la compra impulsará su margen ebitda ajustado por encima del 55%, además de elevar sus ingresos anuales hasta los 23.900 millones de dólares (20.400 millones de euros). El presidente y consejero delegado de Broadcom, Hock Tan, aseguró que con la operación crean “una de las compañías de tecnología de infraestructura líder en el mundo”. La multinacional también resaltó que con la posición “única” de CA dentro del “creciente y fragmentado” mercado del software fortalecerá su actual cartera de productos, especialmente gracias a sus “ingresos recurrentes”, informó EP.

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La operación, aún pendiente de recibir el visto bueno de los reguladores, está prevista que se cierre en el cuarto trimestre de 2018. Según Broadcom, será financiada con efectivo y financiación mediante deuda.

Las buenas palabras de Broadcom no convencieron a los inversores, que no ven en la compra sinergias potenciales. “Es la adquisición más estrafalaria, desenfocada y no estratégica de la última década”, aseguró a Reuters Eric Schiffer, director ejecutivo de Patriarch Organization, una firma de capital riesgo con sede en Los Ángeles.

El negocio principal de CA es vender software para grandes ordenadores. Pero mientras ese negocio genera un flujo de caja de 10.000 millones de dólares al año, su crecimiento de ingresos ha sido plano a medida que más clientes empresariales deciden pasarse a la nube.
Tras anunciarse la operación, varios bancos de inversión rebajaron el precio objetivo de Broadcom. Algunos tildaron la compra de operación de ingeniería financiera. Sin embargo, otros analistas creen que la operación podría permitir a Broadcom construir un negocio en el sector del software que compense los riesgos del de los chips, altamente competitivo.

Fuente: Cinco Días