Si parpadeas, te lo pierdes. El CEO de BBVA, Carlos Torres, sustituirá al veterano Francisco González como presidente ejecutivo. La discreta sucesión contrasta con el nombramiento del mago de las fusiones Andrea Orcel en Santander. La crisis de Turquía, el tercer mercado de BBVA por ingresos, impedirá que Torres pueda darse el lujo de la complacencia.

Dado que en la última década los grandes bancos cambian de entrenador con tanta frecuencia como los equipos de fútbol, que González se haya mantenido al mando desde 2000, luchando contra las consecuencias de la crisis mundial y de la burbuja inmobiliaria española, no es una hazaña insignificante. Menos impresionante es el rendimiento total, del -17%, incluyendo los dividendos reinvertidos desde que asumió el control en 2001, en comparación con el +35% de Santander.

Sin embargo, el contraste con el cambio en el banco de Botín no podría ser más marcado. La salida del septuagenario González estaba anunciada desde principios de año y, si bien no lleva toda la vida en la entidad, Torres es un banquero minorista que se incorporó a BBVA como responsable de estrategia en 2008, antes de convertirse en director de banca digital en 2014 y CEO al año siguiente.

González sale de un prestamista con una salud financiera relativamente sólida. BBVA alcanza cómodamente los dos dígitos en la rentabilidad sobre fondos propios, y su ratio de capital Tier 1, del 11,4%, está 40 puntos básicos por encima de su objetivo, ciertamente rebajado. Eso está muy por encima del 10,8% de Santander. Además, BBVA está muy reconocido como pionero de la banca electrónica, que Torres está bien situado para desarrollar. Los clientes digitales deberían suponer la mitad de sus 75 millones a finales de año, aunque eno está claro que sean tan rentables como los tradicionales.

El gran dolor de cabeza es Turquía. González guió la expansión allí inicialmente en 2010, y luego aumentó su participación en Garanti Bank a algo menos del 50% en 2017. Hasta el momento, BBVA está superando la crisis del país: a pesar de que la morosidad ha aumentado hasta el 4,5% del total de créditos, el beneficio neto del primer semestre creció un cuarto interanual. Torres necesitará desplegar toda su experiencia para evitar que las cosas empeoren.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días