El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, se mostró ligeramente optimista sobre la evolución del negocio bancario este año. Aunque los resultados de la entidad se verán arrastrados por la crisis sanitaria, con caídas de la economía y con un fuerte aumento del paro, estima que habrá un proceso de compensación en  la actividad en el año.

Aunque a principios de 2020 se pensaba que se iba a crecer en créditos a particulares, el escenario ha cambiado por completo, y la banca prevé fuertes desplomes del negocio hipotecrio y de consumo. Pese a ello, y a las previsiones realizadas antes del Covid-19, el banquero mantiene que se espera ahora una evolución muy positiva en el crecimiento del crédito a empresas, que compensará en parte la caída de la actividad hipotecaria y de consumo.

El   banquero considera que el nuevo crédito hipotecario puede caer un 30% en el año, mientras que el de empresas puede subir el 15%.

También espera cerrar el año con beneficios, aunque sean pequeños, por la caída del negocio, y sobre todo por la fuertes provisiones que están realizando las entidades para cubrirse por la crisis del Covid-19. Pero descarta que Bankia entre en pérdidas. En el primer trimestre ganó 94 millones de euros, con una caída del 54%, tras realizar una provisión extra de 125 millones de euros.

Sobre una hipotética necesidad de España de pedir ayuda a Europa, Sevilla considera que no existe «urgencia ni necesidad» para que España solicite un crédito puente al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Mantiene que el Estado no está teniendo dificultades para financiarse en los mercados como ocurrió en la crisis financiera, en la que el país encontró todos los mercados cerrados.

«Las emisiones de deuda pública están teniendo un éxito mayor y una grandísima demanda de inversores institucionales», ha indicado Sevilla en la rueda de prensa virtual correspondiente a los  resultados del primer trimestre de 2020.

Pes a todo, es consciente de que “el coste de esta crisis nos dejará una factura que en Europa se dilata en el tiempo y se pagará a muy largo plazo”.

El banquero también descarta, como ya lo han hecho sus homólogos de Bankinter y Banco Santander, fusiones bancarias en España y en el resto de Europa, lo mismo que la posibilidad de la privatización de Bankia.

En este sentido, ha reiterado que es una decisión que debe tomar el accionista (el Estado) y no los gestores, pero ha subrayado que el ‘timing’ actual es malo debido a la caída importante de los mercados y de las acciones bancarias en toda Europa. «Desde un punto de vista de valoración y precio no es un buen momento, y tampoco creo que ahora mismo sea prioridad de nadie», ha remarcado.

El ejecutivo se ha referido a las bajas valoraciones en Bolsa del sector, incluido Bankia, que están poco correlacionadas con la propia evolución de los beneficios, por lo que confía en que poco a poco el mercado empezará a fijarse más en el capital y no en las ganancias del sector.

Sobre las fusiones no cree que sea algo importante en estos momentos. Lo principal ahora es gestionar los problemas derivados de la pandemia y ayudar a los clientes con las moratorias, ha explicado.

Sobre el coste del riesgo de Bankia, el banco calcula que finalizará el ejercicio con un coste de  unos 60 puntos básicos, frenter a los 20 puntos del pasado año.

Dividendo

Sevilla ha explicado, que pese al exceso de capital del banco superior a los 4.000 millones de euros, no se pueden plantear ahora si repartirán en 2021 el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que suspendieron este año por recomendación del BCE, como lo ha hecho el resto de la banca europea.

Renuncia a la retribución variable

El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, y José Sevilla, han renunciado, como prácticamente el resto de sus homólogos a la retribución variable de 2020 debido a la situación de crisis económica ocasionada por la expansión del coronavirus, y tal y como recomienda el BCE y Bruselas.

Así lo ha puesto de manifiesto hoy Sevilla, quien ha aclarado que los no ejecutivos no tienen bonus y cobrarán la misma retribución fija que han venido recibiendo durante los últimos ocho años.

Sevilla ha recordado que los ejecutivos de la entidad también renunciaron al bonus de 2013, 2014 y 2015. «Tenemos cierto entrenamiento en este tema», ha apostillado.

Fuente: Cinco Días