Bankia se suma a las fuertes críticas que el miércoles pasado lanzó el Santander contra el posible impuesto a la banca que prepara el Gobierno. El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha advertido este jueves de que imponer una tasa específica a la banca «no tiene mucho sentido» porque en la crisis financiera «no se rescató a ningún banquero ni a los accionistas, sino a los depositantes y se contribuyó a una bajada de la prima de riesgo» que ha permitido ahorrar decenas de miles de millones en intereses a los contribuyentes.
Sevilla considera que el impuesto perjudicaría a los resultados y por lo tanto, a la cotización y a la rentabilidad del banco. Ambos factores, según Sevilla, repercutirían negativamente en la privatización del 60% del capital que está en manos del Estado. En su opinión, mermar la rentabilidad, «ya de por sí baja, tendría un impacto en la solvencia del sistema. Creo que esta medida no tiene sentido», ya que «lo que necesita la banca para poder prestar es ser rentable, solvente y poder hacer frente al coste del capital, que está entre el 9% y el 10%».
Según ha explicado en rueda de prensa, Sevilla dijo que justificar un impuesto «basándose en que la banca gana mucho es un argumento sencillo, pero eso no es así», afirmó. Recordó que el «gran reto» del sector es ser rentable. Estas palabras van en línea con las que pronunció José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, en junio pasado en Santander, que también coinciden con la posición oficial de la patronal AEB. «El día que lo conozca opinaré de forma más concreta, pero un impuesto a un sector se justifica por externalidades negativas. La banca no tiene ninguna externalidad negativa y, por tanto, lo que tenemos que ver es la situación global de la banca», defendió el banquero.
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Sevilla dijo que su opinión no está condicionada por el hecho de que el Estado tenga la mayoría del capital de Bankia. El consejero delegado abogó por impulsar un marco fiscal homogéneo en Europa para que la banca compita «en igualdad de condiciones», ya que tener una mayor carga impositiva en España se puede convertir en una desventaja para las entidades españolas en un entorno europeo.
Ha pedido al Gobierno que tome cualquier decisión sobre la imposición de un impuesto a la banca «con visión global» y, a renglón seguido, ha dicho que Bankia advierte del impacto de un impuesto a la banca pensando «en lo mejor para los accionistas», entre ellos el propio Estado con una participación superior al 60%.
Resultados planos hasta junio
Por otro lado, Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 515 millones de euros en el primer semestre de este año, prácticamente el mismo resultado que en el mismo periodo de 2017, cuando ganó 514 millones de euros, lo que supone un 0,1% más.
La cuenta está marcada por la integración con el banco de origen murciano BMN. El banco ha destacado que ha conseguido aumentar los ingresos por comisiones por la mayor actividad comercial y reducir al mismo tiempo los gastos por los ahorros derivados de la fusión con BMN. Entre abril y junio Bankia ganó 285 millones de euros, un 24,2% más que en el primer trimestre del año. De este modo y gracias a las sinergias logradas en la fusión con BMN, los ingresos por comisiones avanzaron un 1,4% a perímetro constante y los gastos disminuyeron un 1,7%.
El banco presenta avances en los tres márgenes de la cuenta de resultados, pero el beneficio se frena por el cargo que ha supuesto la venta de inmuebles. Así, explica que han contabilizado «un importe negativo de 76 millones por deterioros por ventas de activos adjudicados, así como los costes de venta y gastos de mantenimiento de inmuebles adjudicados». Bankia traspasó decenas de miles de créditos y activos inmobiliarios morosos a la Sareb en 2012, pero aun así mantenía una cartera. Este año la ha vendido y le ha generado esta pérdida.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha explicado que la entidad retomó el pulso comercial en el segundo trimestre del año, tras acometer la integración tecnológica con BMN, y «ha adelantado la captación de sinergias de esta operación, lo que ha permitido lograr un beneficio de 515 millones de euros, en línea con lo previsto en el presupuesto».
Por su parte, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha subrayado que el segundo trimestre se ha caracterizado por el incremento de la actividad comercial, «que ha permitido registrar importantes crecimientos en la formalización de hipotecas, de créditos al consumo y de financiación a empresas».
Así, el banco «recuperó la dinámica comercial frenada como consecuencia de la fusión» mostrando un crecimiento de las formalizaciones de hipotecas del 18,1% en el segundo trimestre frente al primero; del 34,6% en el crédito al consumo y del 35,8% en la financiación a empresas.
El margen de intereses de Bankia aumentó un 5,3% en el primer semestre, hasta los 1.047 millones de euros, mientras que el margen bruto se elevó un 11,8%, hasta los 1.841 millones de euros. No obstante, en términos comparables, el margen bruto descendió un 7,5% por el efecto estacional de la aportación al Fondo Único de Resolución, al que la entidad aportó 61 millones en el segundo trimestre.
Menos mora y más solvencia
La tasa de mora de la entidad bajó ocho décimas en la primera mitad del año, desde el 8,9% de diciembre de 2017 al 8,1% al finalizar junio de este año.
El banco incrementó en el último año en 112.000 el número de clientes con ingresos domiciliados, gracias, según José Sevilla, «al posicionamiento del banco y a la política de no cobrar comisiones» a los clientes.
La entidad ha afirmado que esta mejora en la actividad comercial se vio acompañada de una reducción en los créditos dudosos y los activos adjudicados de 1.700 millones de euros y en un nuevo crecimiento de las ratios de solvencia.
Así, la ratio de capital CET1 ‘fully loaded’, sin incluir las plusvalías latentes de la cartera de deuda soberana, aumentó 46 puntos básicos, hasta el 12,41%. Los recursos gestionados de clientes aumentaron en 2.100 millones en el semestre, una vez que los fondos de inversión y de pensiones comercializados y gestionados crecieron en 700 millones, y los depósitos, en 1.400 millones.
La entidad ha resaltado que el pago en comercios con tarjetas de Bankia creció un 12% en tasa interanual (un 25,1% en el caso de las operaciones digitales), en tanto que la facturación de los TPV del banco aumentó un 14,9%.
El 40,9% de los clientes del banco son digitales y por esta vía ya se realizan el 16,8% de las compras, según ha destacado Bankia.
Fuente: El País