El Banco Santander se trata de la única entidad bancaria española considerada a día de hoy como «globalmente sistémica» por el Consejo de Estabilidad Financiera. Este organismo internacional conformado por autoridades de 24 países es el encargado de coordinar la supervisión y de promover regulación a nivel mundial sobre el sector financiero. Cada año, elabora una lista de cuáles son los bancos más importantes para la estabilidad de las finanzas mundiales con el fin de someterles a unos estándares y supervisión superiores a las del resto de entidades.

Entre los requisitos extras que el Consejo de Estabilidad exige a estos bancos está el de tener unas mayores reservas que las que piden los reguladores nacionales, más capacidad de soportar pérdidas, un plan de contingencia en caso de tener que liquidar la entidad y una vigilancia más estrecha sobre los riesgos de gestión, control interno y gestión de datos.

En la edición de este año, el número total de entidades ha ascendido a 30 tras la incorporación del banco canadiense Toronto Dominion. La lista tiene cinco categorías ordenadas en función del tamaño del banco. En cada rango, el organismo determina un nivel diferente de reservas obligatorias a tomar, a mayor tamaño, mayores habrán de ser las reservas.

El banco sistémico más importante del mundo y como tal, el más vigilado, se trata de JP Morgan Chase, al que se le otorga una categoría cuatro y se le exige unas reservas adicionales del 2,5% del total de sus pasivos. Le sigue de cerca Citigroup y HSBC, con un 2% de coeficiente de reserva adicional.

En la categoría dos, entidades como Bank of America, Bank of China, barclays, Deutsche Bank o Goldman Sachs deben de proveer un 1,5% más de reserva. Finalmente, en la categoría uno, la que más integrantes tiene y en la que se encuentra el Banco Santander, los bancos deben de subir sus reservas un punto porcentual adicional a los requerimientos nacionales.

Fuente: Cinco Días