El Gobierno socialista se ha propuesto dar prestigio a los estudios y las titulaciones de Formación Profesional (FP) porque son los que mayor inserción profesional tienen.
Esa es la idea que compartieron ayer plenamente el Gobierno y los máximos representantes empresariales y sindicales durante una reunión mantenida en el Palacio de la Moncloa, donde el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la ministra de Educación, Isabel Celaá, presentaron a los agentes sociales su Plan Estratégico de Formación Profesional.
Se trata de un documento de 24 páginas que servirá como borrador inicial para llevar a cabo una reforma de los estudios de FP en los próximos meses. Las negociaciones para llevar a cabo los futuros cambios de esta parte del sistema educativo comenzarán este mismo mes de septiembre con una próxima reunión del Consejo General de la Formación Profesional. Sánchez quiere tener algunos cambios terminados este mismo año.
La propuesta del Ejecutivo a los agentes sociales y a las comunidades autónomas incluye cambios que afectarían a todos los actores implicados: los centros formativos, las administraciones que los tutelan, las empresas y los sindicatos.
“La FP no es una segunda división ni mucho menos y es mucho más fácil de adaptar a la realidad que la Universidad”, dijo ayer el líder de CEOE, Juan Rosell.
Estas son las principales áreas que el Gobierno quiere reformar:
Anticiparse a las necesidades formativas. Una de las prioridades de esta reforma es que el sistema de FP se adelante en la detección de las necesidades formativas de las empresas y el tejido productivo de cada región. En la actualidad existen 668 cualificaciones reconocidas, que son la base de los 166 títulos de FP que hay a fecha de hoy y de los certificados de profesionalidad presentes y futuros.
En este sentido, el Gobierno propone que “la incorporación de expertos del mundo de la empresa en el diseño de las cualificaciones profesionales sea la piedra angular del sistema”. Para ello quieren establecer “nuevos mecanismos de trabajo” que sirvan para “reducir sin pérdida de calidad y con todas las garantías necesarias, los tiempos para elaborar las cualificaciones profesionales”.
Según denunciaron ayer los líderes sindicales, tras su reunión con el Gobierno, en la actualidad desde que se detecta una necesidad de cualificación hasta que esta se diseña y traduce en un plan formativo pueden pasar cuatro años. Este es el tiempo que se quiere reducir.
El cauce para acortar estos tiempos será el Observatorio Profesional del Instituto Nacional de las Cualificaciones que debería pasar de recibir meramente la información de los sectores a “salir a buscar” dicha información de los distintos actores económicos como son las empresas y los sindicatos.
Además, el Gobierno “está analizando la posibilidad de llevar a cabo un procedimiento paralelo y conjunto de elaboración de cualificaciones profesionales, títulos y certificados de profesionalidad, de tal forma que cuando se finalice el diseño de una cualificación profesional ya estén también elaborados sus instrumentos de formación, ya sean títulos de FP, certificados de profesionalidad o ambos”, dice el documento.
Reforzar la FP dual. Otra de las cuestiones en las que coincidieron ayer plenamente el Gobierno, la patronal y los sindicatos es la necesidad de impulsar la modalidad de FP que compatibiliza, en alternancia, la formación en el centro con un trabajo relacionado con sus estudios en una empresa. En la actualidad, hay apenas 20.700 alumnos inscritos en esta modalidad (alrededor del 2% de todos los matriculados en FP), mientras que en países como Alemania u Holanda, la mayoría de los universitarios han cursado antes una FP dual.
Si bien, el Gobierno “es consciente de que España es un país de pymes y fundamentalmente de servicios, por lo que no se pueden trasponer directamente modelos de éxito como el alemán”. Por tanto, buscarán un “modelo propio, con “fórmulas flexibles” y garantías que permitan a las pymes incorporarse a este tipo de FP y crear puestos para estos aprendices. La vía que proponen es la “constitución de consorcios” u otras fórmulas que se analizarán con patronales, sindicatos y Administraciones.
En este terreno, tal y como dijo ayer el líder de CC OO, Unai Sordo, los sindicatos reclamarán que estos trabajos estén siempre remunerados. Mientras que los empresarios, pedirán garantías de que no tienen que quedarse con estos trabajadores o un uso más flexible del contrato formativo.
Además, el Ejecutivo retomará el mandato de la Ley Orgánica de Educación de “establecer un marco reglamentario común” para la FP dual en todas las comunidades.
Orientación. El Gobierno “tiene el firme propósito, y en eso ya hay acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y el de Educación, de establecer un sistema integrado de orientación permanetente como servicio público de acompañamiento en el diseño de los itinerarios formativos y profesionales de cada persona”, señala el documento de propuestas. En este marco, el Ejecutivo realizará una nueva Encuesta de Transición Educativo-Formativa, ya que la última se realizó en 2005.
En este sentido, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, señaló ayer tras reunirse con Sánchez que “prestigiar la FP significa en muchos casos dar a conocer estos estudios, facilitar a las familias la toma de decisiones cuando se trata de orientar la formación de los más jóvenes. Tenemos que ofrecer la seguridad de que optar por la FP es una buena opción y en ningún caso puede impedir que después el alumno tenga un desarrollo universitario”. De hecho, añadió que ya existen numerosas pasarelas para transitar de la FP a la Universidad, “pero hay un gran desconocimiento de ellas”.
El profesorado. El documento hace también hincapié en que las empresas deberían “acercar los aspectos tecnológicos punteros al profesorado de la FP”. En este sentido, quieren que la reforma haga que “la formación de los docentes y formadores mediante estancias en empresas adquiera un peso relevante”. Incluso con traslados a las sedes extranjeras de las multinacionales
Fuente: El País