Con Girls Get Equal arranca un camino que Plan International recorrerá durante los próximos cinco años, y con el que la ONG pasa del carácter principalmente sensibilizador de su estrategia predecesora, Por ser niña, a un mayor activismo. Encabeza su manifiesto con un: “Queremos sentirnos escuchadas, valoradas y libres y, para eso, estamos creando un nuevo mundo con nuevas reglas y no pararemos hasta ser respetadas y sentirnos representadas en todas las instituciones, hasta que podamos movernos por la ciudad y reclamar nuestros derechos sin miedo. No pararemos hasta ser LIBRES”. Así, en mayúsculas. Y está abierta a que empresas que compartan esos mismos objetivos la acompañen en este propósito.

Tampoco es que sea nada nuevo. “Plan International ayuda a las empresas en su departamento de responsabilidad social corporativa (RSC) tanto en su acción social como en otras áreas de responsabilidad para que puedan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030”, lo expresa formalmente Emilia Sánchez, directora de Comunicación e Incidencia Política de la ONG. “Llevamos 16 años en España y, desde el principio, colaboramos con empresas; siempre las hemos entendido como grandes aliadas de nuestras causas”, recuerda Sánchez. “Buscamos socios estratégicos para el cambio, que no es una cuestión exclusiva de gobiernos, ONG o empresas; el cambio es de todos y todos somos socios del mismo futuro”, remacha.

“El cambio no es una cuestión exclusiva de gobiernos, ong o empresas; el cambio es de todos y todos somos socios del futuro”

Emilia Sánchez (Plan International)

“Existen muchas formas de colaborar, desde financiar programas locales a emprender investigaciones conjuntas, o acciones de marketing con causa. Lo importante es estar de acuerdo, alineados con la causa que queremos mover, que el interés sea común”, reflexiona Sánchez. Atendiendo a este llamamiento, más de 200 empresas han apoyado a Plan International desde 2006. “Muchas de ellas se han mantenido en el tiempo, permitiendo una colaboración con objetivos estratégicos alineados”, señala. El grupo Campofrío es un buen ejemplo de ello, un caso de éxito, según destacan ambas partes. Si por un lado tenemos una organización que trabaja con y para las niñas y las mujeres jóvenes, luchando por su educación, su independencia, su empoderamiento y la igualdad de oportunidades; y por el otro hay una marca que, sobre todo desde 2009, apuesta por “alimentar otro modelo de mujer”, era cuestión de tiempo que ambas se encontraran.

Más de 200 empresas han colaborado con Plan International desde 2006

La ONG aspira a transformar las vidas de 100 millones de niñas en todo el mundo en el marco de los ODS

Más de 80 años trabajando para que todas las niñas y jóvenes puedan participar, incidir, construir y liderar el cambio

En Muñecas, un anuncio de 2010 de Pavofrío, marca del grupo, podía verse la pulsera Por ser niña de Plan International; un gesto tan sutil que a los espectadores no advertidos probablemente les pasara desapercibido, pero que marcó el inicio de una alianza estratégica que dura hasta nuestros días. Ese mismo año, Campofrío financió unas becas escolares en El Salvador para que 300 niñas del país centroamericano pudieran ir a la escuela. A partir de ahí, ONG y empresa lanzaron al alimón proyectos de cooperación internacional —Microcréditos para cambiar su vida, para jóvenes y mujeres de Ecuador (2011); Mejora del acceso de los servicios de salud materna e infantil y servicios nutricionales de calidad en Volta, Ghana (2013). Y varias acciones de marketing con causa.

La acción de mejora del acceso a los servicios de salud materno infantil en Volta (Ghana).La acción de mejora del acceso a los servicios de salud materno infantil en Volta (Ghana).

“Plan International fortalece nuestro compromiso con el desarrollo de un nuevo modelo de mujer; es la asociación que nos ha permitido pasar del storytelling al storydoing, alimentando, pero de verdad, la educación y la igualdad de oportunidades; aporta credibilidad a una promesa publicitaria, convirtiéndola en realidad tangible”, resalta Pilar Larrea, directora de comunicación de Campofrío. Cumplido por cumplido, desde Plan International subrayan el compromiso del grupo con las mujeres, que es la base que ha permitido esta relación “de confianza y apoyo” que mantienen.

En 2016, Pavofrío, de nuevo, se unió al movimiento Por ser niña de Plan International, en el marco del Día Internacional de la Niña, con el spot y la campaña Mensaje al Futuro, en el que niñas y adolescentes contaban cómo se veían —“Sé hacer muchas cosas que los demás no saben hacer”, “Soy valiente”, “No voy a perder la sonrisa”, “No me cambiaría por nadie”— en un mensaje que podrán ver 20 años después, cuando las responsabilidades, las frustraciones, las dificultades, hayan mermado, quizás (ojalá que no), su seguridad, autoestima y confianza en sí mismas. “De niñas tenemos sueños que no debemos perder por el camino”, exhorta Larrea.

La campaña global que plan international seguirá en los próximos cinco años, Girls Get Equal, nace con un carácter sensibilizador y activista

Una de las beneficiarias de la acción Microcréditos para cambiar su vida, para jóvenes y mujeres de Ecuador.Una de las beneficiarias de la acción Microcréditos para cambiar su vida, para jóvenes y mujeres de Ecuador.

Continuando por esta línea, ONG y empresa están a punto de presentar Las niñas y jóvenes sobre su proyección profesional e inserción laboral: un análisis sobre cómo ven las españolas de 10 a 24 años sus posibilidades en el mercado de trabajo “a fin de incorporarlas a la agenda política y social, contribuyendo a su empoderamiento”, según explican desde Plan International. De nuevo, misión y visión comunes, perfectamente alineadas con la campaña Girls Get Equal, que refleja el poder único de las niñas y jóvenes, su voz y su liderazgo. “Nuestra estrategia se centra en trabajar especialmente con las niñas que son más vulnerables, para que puedan aprender, decidir, liderar, y prosperar”, concluye la ONG, que termina este reportaje como lo empezó, con una llamada a colaborar en sus distintos proyectos que, actualmente, “van desde áreas como empoderamiento de mujeres en el sector de las energías renovables hasta la integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión social”.

Las muchas formas de colaborar

“Las empresas colaboran con Plan International apoyando nuestros proyectos de desarrollo, nuestras actuaciones en emergencias y nuestras campañas, amplificando el alcance de nuestro trabajo y creando alianzas por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas”.

Algunas colaboran en el área de programas internacionales. Otras, en países donde el conflicto y el hambre se han hecho crónicos. Y otras más respaldan su programa de inserción socio-laboral para mejorar las habilidades y capacidades de jóvenes en riesgo de exclusión, que forma parte de la estrategia Youth Sustainable Solutions (YSS) de Plan International. Las posibilidades son diversas. Desde cofinanciar proyectos “con aportes económicos, pero también técnicos o prestando servicios profesionales”, hasta involucrar a los empleados a través de actividades, recaudación de fondos, voluntariado o participación en eventos.

“Colaborar con nosotros en una campaña de marketing con causa puede ayudar tanto a generar beneficios comerciales para la organización como a la recaudación de fondos para nuestros proyectos”, afirma Plan International. Y, más aún, hay compañías que unen fuerzas con la ONG para conseguir la movilización social. “Las empresas se componen de empleados, consumidores, proveedores…, de miles de personas que se pueden volcar a título individual”, asegura.

Esta noticia, patrocinada por Plan International, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.

Fuente: El País