La industria de la aviación no transita su mejor momento y la feria de aviones Dubái Airshow, que comenzó este domingo y finalizará el jueves, no es la excepción, a pesar de los esfuerzos del país anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, para generar el mejor ambiente posible para realizar negocios.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos; la apreciación del dólar estadounidense; la ralentización económica mundial; la batalla de precios y el desafío de generar tecnologías menos contaminantes repercuten en que, de momento, la feria haya dejado muy pocas compras resonantes.

En las primeras dos jornadas las aerolíneas del país anfitrión tomaron la delantera y realizaron los principales encargos. La low cost Air Arabia y Emirates -la línea aérea de bandera del Estado y la más grande de Oriente Próximo- ordenaron 170 aviones al fabricante europeo Airbus.

La apuesta de Air Arabia, de concretarse la operación, es ambiciosa, ya que cuadriplicaría la flota con la que cuenta en la actualidad al ordenar 120 aviones por un precio total de 12.650 millones de euros.

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Emirates, por su parte, realizó una orden inferior (de 50 aviones), aunque con un monto mayor (14.300 millones de euros), debido a que las aeronaves que pretende comprar tienen dimensiones mucho mayores a las que aspira la low cost.

Este martes, en una feria que de momento resalta por los espectáculos aéreos y la exposición de aviones militares, continuaron los pedidos de las líneas aéreas. La británica Easy Jet, una de las principales low cost de Europa, ordenó doce aviones a Airbus por un monto de 1.200 millones de dólares, seis más que los que pidió la reciente refundada empresa Air Senegal, de la nación africana.

A pesar de que el fabricante europeo adelanta al estadounidense, Boeing, que continúa con los coletazos de los dos accidentes de 2019 y 2018 en los que murieron todos los pasajeros en los vuelos de Ethiopian Airlines y de Lion Air en aeronaves de su modelo 737 Max, la empresa, no obstante, ha anunciado que recibió 50 pedidos por el modelo 737 Max.

Del total, 30 pertenecen a Air Astana, la línea aérea de Kazajistán, y otros 20 han sido ofertados por un cliente que la compañía no reveló el nombre, según asegura la agencia Bloomberg. Estas 50 se suman a las 10 que había ordenado en la jornada anterior la línea aérea turca Sun Express. En total, los pedidos ascienden a los 5.420 millones de euros.

Todavía faltan otros dos días para que finalice la feria, pero salvo un imprevisto el Dubái Airshow quedará lejos de otras ferias de aviación en las que las compañías invertían sin tantos temores debido a un escenario internacional de menor complejidad. El monto de los pedidos, hasta ahora, es tres veces inferior al de la última edición de Dubái, según una de las páginas oficiales del Gobierno de la nación de Oriente Próximo.

Qantas quiere que Boeing y Airbus se adapten a sus requisitos

La aerolínea australiana Qantas ha lanzado un particular pedido a Boeing y  Airbus. La línea aérea está dispuesta a comprar 12 aviones, pero les ha dicho a los dos fabricantes que pretende que el 30% de los asientos sean de clase ejecutiva o business para los vuelos de larga distancia entre Sydney y Melbourne con Reino Unido (Londres) y EE UU (Nueva York y Chicago). Qantas ha dicho que se encuentra abierta a recoger las ofertas de Airbus y Boeing, que de momento no le han contestado, al menos de manera pública. 

Fuente: Cinco Días