No es opositar a judicaturas, pero podría compararse. De 8 a 10 horas diarias, de lunes a sábado, durante un año y cuatro horas diarias en el último año de carrera es lo que deben estudiar los aspirantes a conseguir una plaza MIR (médico interno residente).

La única diferencia es que en el examen para juez los candidatos pujan para ganar una plaza fija y en “el MIR es para realizar una especialidad médica de cuatro años (según el área) y, luego, a buscar trabajo”, relata B. García, una aspirante que se presenta a la prueba del próximo día 25 de enero. “No es el mejor de los sistemas”, pero, así y todo, esta mujer considera que “es la fórmula más justa para que todos los candidatos pasen por la misma prueba”, independientemente del estatus socioeconómico.

Los aspirantes estudian unas 10 horas diarias durante un año

Aunque todo es relativo, porque preparar el MIR no es precisamente barato. Entre 3.000 y 5.000 euros viene a costar el curso presencial de 11 meses en la mayoría de las academias españolas. Un precio que baja a la mitad si se hace online y sube a 10.000 si hay que cambiar de ciudad.

Pese a ello, cada vez hay más candidatos, entre otras cosas, porque hoy existen el doble de facultades de medicina que hace diez años (más de 40) y porque la especialidad es necesaria para trabajar al menos en la sanidad pública.

Entre 3.000 y 5.000 euros cuesta el curso preparatorio en las academias

Unos 16.000 profesionales se presentan este año al MIR para optar a una de las 7.512 plazas. Una convocatoria que sí ha aumentado unos 700 el número de puestos, pero “no lo suficiente”, ya que, a juicio de Domingo Sánchez Martínez, representante internacional de médicos jóvenes de la Organización Médico Colegial, “tras el examen, habrá una bolsa de 9.000 facultativos sin acceso a una especialidad”. La consecuencia es que muchos se verán obligados a emigrar o a ejercer en los centros privados”.

Cambios

Sanidad también ha introducido cambios en la prueba de este año. Se ha reducido el número de preguntas de 225 a 175; se ha recortado de cinco a cuatro horas la duración del examen, y se han cambiado los tramos del baremo de la nota de la carrera, que pondera un 10% sobre la nota final de la prueba.

“El examen será menos agotador”, según Jesús Corres y Miguel Castillo, directores académicos de la academia Promir, pero disminuir las preguntas “rebaja el factor determinante y fallar una respuesta puede ampliar la diferencia en la nota final”.

Lo que tampoco se sabe es si Sanidad “intentará compensar estos cambios con preguntas más largas o más complejas”, cuestiona Antonio Martín Conejero, cirujano vascular y director del claustro de profesores de Grupo CTO. En su opinión, “este año la nota de la carrera y la dificultad de las preguntas serán las que marquen la diferencia, con el inconveniente de que no todas las facultades tienen el mismo baremo académico”.

La cifra

700 plazas más incluye esta convocatoria. Medicina familiar, la más nutrida, cuenta con 2.205 plazas, seguida de pediatría, con 481, y anestesiología y reanimación (382).

Modificar los baremos del expediente, no obstante, era una de las demandas históricas de los estudiantes de Medicina, señala Sánchez Martínez. Y es que hasta 2019 el cálculo de la nota del expediente se realizaba agrupando cuatro categorías (1-aprobado, 2-notable, 3-sobresaliente, 4-matrícula de honor).

En esta convocatoria, la escala será del 1 al 10, incluyendo un decimal, lo que parece más justo porque no es lo mismo tener una nota de 5 que de 6,9, siendo las dos un aprobado.
Medicina familiar es donde se concentra el mayor aumento de plazas (superior a 250).

Pero “Sanidad tiene que elaborar un plan de necesidades de todas las especialidades para cubrir las bajas por jubilación del Sistema Nacional de Salud en los próximos años”, aseguran Corres y Castillo.

Sanidad tiene que elaborar un plan de necesidades de todas las especialidades para cubrir las bajas por jubilación en los próximos años

Jesús Corres y Miguel Castillo, directores académicos de la academia Promir

Y es que “muchos de ellos, cuando acaban esta especialidad, no van a los centros de salud, sino a urgencias hospitalarias, a residencias, etc.”, aclaran. Precisamente, esta academia acaba de lanzar un último simulacro de examen MIR, gratuito, que se puede realizar en su web hasta el 20 de enero.

“Tiene que haber decisiones políticas para prever la demanda”, dice Sánchez Martínez, porque de aquí a 15 años, por ejemplo, se necesitarán más oncólogos.

Para Martín Conejero, “no tiene sentido que haya plazas sin cubrir de determinadas especialidades ni que se oferten puestos que luego no podrá absorber el mercado laboral. “A veces, los opositores se adelantan eligiendo plazas en función de las salidas laborales”.

Otras claves

Puntuación. La condición que hay que cumplir para aprobar el examen no ha cambiado en esta convocatoria. Es necesario obtener una puntuación igual o superior al 35% de la media aritmética de los 10 mejores exámenes.

Preguntas. Estadística, digestivo, infecciosas y cardiología son las áreas que han tenido más peso en las preguntas de los exámenes de los últimos años. Las cuestiones incluyen cuatro respuestas. Las correctas valen tres puntos y las incorrectas descuentan uno.

Europa. Excepto Italia y Portugal, donde se ha implantado hace poco un sistema parecido, el MIR tiene copyright español. Según Martín Conejero (Grupo CTO), en países como Alemania es la entrevista personal y el expediente lo que da acceso una plaza de formación.

Fuente: Cinco Días